Un efímero respiro para los bolsillos de la mano de las rebajas
Lo que cuesta llenar el carro de la compra, ropa nueva o echar gasolina al coche, en suma, el coste de la vida viene marcado por el dato que cada mes arroja el Índice de Precios al Consumo, unas cifras que a menudo puede que no coincidan con la percepción que tiene el ciudadano de a pie.
En el caso de este pasado mes de julio, la provincia de Jaén fue en la que más bajaron los precios, en concreto, un 1,1 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística. (INE). La caída se fundamenta en el desplome del sector textil y el del calzado, algo que entra dentro de la lógica al tratarse de un mes de rebajas por excelencia. En la otra cara de la moneda, resulta paradójico que, precisamente, se incremente el IVA en ese mismo periodo y no se refleje en las operaciones comerciales, algo extraño sólo a priori, ya que la explicación se encuentra también en las citadas rebajas. Así, desde la Consejería de Economía de la Junta se atribuye a los efectos de los saldos en los comercios esa rebaja de los precios, si bien en la comunidad autónoma hay que anotar un aumento interanual del 1,9 por ciento, positiva por noveno mes consecutivo e igual a la media nacional.
Por el contrario, se produjo un incremento del IPC en la vivienda, como consecuencia de la subida del gas y la electricidad, además del transporte y otros sectores como pueden ser el ocio y la cultura.
Desde el PP se hace un análisis negativo de los resultados y se considera preocupante el repunte de la inflación el pasado mes, lo que entiende como una consecuencia del “error” de la subida del IVA, porque va en detrimento del aumento del consumo. Este extremo se percibirá con una mayor perspectiva en el tiempo, por lo que habrá que esperar unos meses más para tener elementos de juicio sólidos. La cuestión es que la crisis aprieta y, en muchos casos, también ahoga, más allá de números y balances económicos.