Un domingo en honor de aquellas que dan vida

Pepi Galera
Dicen que ser madre es lo más grande que hay, un regalo de la naturaleza que es dar vida. Esto sólo lo saben aquellas que tienen la fortuna de haber vivido esta experiencia. Mientras, el resto de mortales tiene que conformarse —que no es poco—con disfrutar de aquellas que le han dado vida. Para unos y otros, hay un domingo cada año, el primero de mayo, hoy, en el que se celebra esta especial relación entre seres humanos, que es la maternidad.   

    02 may 2010 / 09:43 H.

    No siempre es un camino fácil; hay enfermedades y problemas familiares que hacen pasar duros momentos a madres e hijos, pero todas las que los han pasado dicen que siempre compensan todas aquellas cosas buenas que tiene este milagro de la vida. En este reportaje, seis mujeres hablan de la maternidad, seis vidas muy diferentes en las que el único eje que las une es la inmensa felicidad y la satisfacción por criar a sus hijos. Aurelia Martínez recibió, hace casi dos años, el inmenso regalo del cielo de traer al mundo trillizas, un caso muy poco habitual; Beatriz Montes es una madre muy joven, a la que Hugo, desde el mismo momento que empezó a crecer en su interior, la hizo madurar. Ahora, dice, que no lo cambiaría por nada. Rocío Castellano vivió un “embarazo” muy largo, de más de cuatro años, que fue el tiempo que duraron los trámites para poder adoptar a la pequeña Paula. Virtudes Moreno ha tenido la suerte ser madre cinco veces y llenar una casa de niños que son lo mejor que ha vivido. Coral Montilla quería ser madre por encima de todo y su discapacidad motriz no fue nunca una barrera para traer al mundo a sus tres hijas. Pilar Cabrera, quizá, vivió una de las situaciones más duras que una madre puede superar: la enfermedad de su hijo. Tres años de hospital en hospital con la única ilusión de que sobreviviera. Ahora, afortunadamente, está recuperado. Estas son sólo seis historias en torno a la maternidad, para que sirvan hoy, Día de la Madre, como ejemplo de este maravilloso regalo.
    Sin apartar la mirada de esta jornada, se puede echar un vistazo a lo que dicen las cifras sobre la maternidad. Las estadísticas señalan que cada vez menos mujeres quieren ser madres y, si lo hacen, esperan mucho más, rondando ya la edad media de la madre en el nacimiento del primer hijo en los 28 años, cuatro más que hace apenas veinte años. A pesar de esto, una mayoría de mujeres jiennenses sigue queriendo ser madre o, al menos, eso díce un estudio nacional sobre la Infancia y la Maternidad que ha realizado la firma Chicco. De hecho, ya lo son más de la mitad —un 57,1%— entre los 18 y los 45 años, una cifra que se sitúa 3 puntos por encima de la media nacional; y un 44,9% tiene intención de tener hijos en el futuro. Sin embargo, también hay mujeres que no desean ser madres: en Andalucía hay un 11,9% que declara que ni tiene ni piensa tenerlos en el futuro, cifra ligeramente inferior a la media nacional, que se sitúa en el 13%.
    Entre los motivos que llevan a las mujeres jiennenses a tener hijos, se cita, en primer lugar, la importancia que tiene el hecho de tenerlos para su realización como mujer (73,8%), la relevancia social que se le da al hecho de tenerlos (51,1%), y el efecto positivo que ejerce sobre la relación de pareja (51%). Pero la razón a la que se alude con mayor frecuencia —incluidas las mujeres que no son madres— es la idea de que para los niños es importante tener hermanos (79,6%).
    Para la mayoría de las mujeres jiennenses, al igual que las del resto de España, el número ideal de hijos sigue siendo la “parejita”. Así lo declara el 49,8% de las mujeres; además hay un 34,9% que se inclina por el hijo único, y un 12,7% que desea 3 hijos, todos valores similares a la media nacional. Sin embargo, finalmente el 44% de las mujeres tienen que reducir el número de hijos por distintos motivos, cifra superior a la media nacional (33,9%). Por eso un 57,8% de ellas afirma que hubiese querido tener un hijo más, un 19,7% que dos hijos más y un 9,2% hubiese tenido hasta tres hijos más. La falta de recursos económicos es el principal motivo (68%), seguido, a cierta distancia, de la falta de tiempo para atenderles adecuadamente (51,5%) y la incompatibilidad entre la vida laboral y familiar (48,9%).
    En la vida de toda mujer hay un antes y un después de la llegada de un hijo. Las madres aseguran que el bebé cambia aspectos muy concretos tales como horarios, hábitos de sueño y actividades de ocio; pero también se transforman sus relaciones personales y hasta sus valores y su visión de la vida. Según el informe, el 78,8% de las madres jiennenses se dedica al bebé en exclusiva; en consecuencia, el 93% de ellas afirma haber adaptado sus horarios a los de su hijo; el 88,9%, dice haber relegado totalmente el ocio a un segundo plano por falta de tiempo libre; y un 82,8%, haber cambiado sus horas de sueño. También un 68,7% afirma que su interés y dedicación por el trabajo ha dejado de ser tema prioritario, porcentajes bastante similares a la media nacional. Pero estos no son los únicos cambios que las mujeres experimentan. También los valores y la visión del mundo se transforman, generando en ellas mayor capacidad de sacrificio, mayor sensibilidad ante la injusticia, mayor sentido de la responsabilidad y mayor preocupación ante la enfermedad.