26 sep 2014 / 10:01 H.
Los culos no tienen sexo. Son culos y punto. Sus propietarios sí, claro. Por eso, hay culos de hombres y culos de mujeres. Pues, el otro día un amigo corría por Jaén y llegó otro chico por detrás y le agarró el pompis. Se pegó un susto que el grito seguro que se escuchó hasta en el Castillo. No es normal que uno haga deporte por Jaén y te agarren el culete. Se enfadó y vio correr al espontáneo. Y, desde entonces, cada vez que lo cuenta, todo el mundo se ríe. Incluso, él ni se planteó denunciarlo. Pero, ¿Qué hubiera pasado si el culo fuera propiedad de una mujer? Sé de un caso y se le imputó un delito contra la libertad sexual. Si el artículo 14 de la Constitución dice que todos somos iguales ante la ley, los culos también han de serlo. Sin embargo, no es así. Si una mujer le coge el culete a un chico en una discoteca suele ser sinómino de “vamos, que nos vamos”. En cambio, si pasa al revés, lo normal es un bofetón. ¿Y esto es desigualdad? Pues sí. El machismo también ataca a los hombres y genera violencia de unos hacia los otros. Y es que el culo macho tiene sus propias reglas.