Un controvertido barómetro

Como si de la “Crónica de una muerte anunciada” de García Márquez se tratara, los datos del nuevo barómetro del CIS dan mucho que hablar y dejan algunos partidos al borde de la desaparición del futuro escenario político tras las elecciones generales.

    08 may 2015 / 10:41 H.

    El PP, pese a continuar en línea descendente, sigue a la cabeza, con una estimación de voto del 25,6 por ciento, dos menos que hace tres meses y los socialistas recuperan la segunda plaza, con un 24,3 por ciento, mientras que Podemos retrocede para dar aire a Ciudadanos, que es la cuarta fuerza, con cuatro veces más de porcentaje del anterior estudio, un 13,8% en total.

    Las entrevistas se realizan en los primeros doce días del mes, por lo que ya se puede apreciar el sesgo de las elecciones andaluzas y la crisis interna que llegó de resaca para UPyD, que ya se ha apresurado a decir pedir a los ciudadanos que no se dejen “manipular” por las encuestas. Llama la atención que, si mañana se celebrasen las generales, casi un 20 por ciento de las personas confiesa que no tiene claro el partido al que votarían, lo que da pie a un resultado todavía muy abierto. Nada está decidido. Con todo, las cifras son lo que son y, desde luego, el espectro en el que se mueven las encuestas deja un significativo margen de error, pero no deja de representar un panorama más que elocuente que hay que tener en cuenta. Por no hablar de preocupación por el paro, que alcanza la cota más alta en un año, con 4,4 millones de desempleados en el país.   

    Sea como sea, parece innegable que el panorama está abocado a cambiar y los partidos deben acoplarse a la realidad que ahora se dibuja, con capacidad de reacción para superar el desencanto.