Un calor más que inusual que no se recuerda desde 1989
Prácticamente nadie diría que quedan dos días para entrar en noviembre si no fuera por el olor de las castañas en la calle y por los ramos de flores en las puertas de las tiendas para el Día de Todos los Santos.
La manga corta es, todavía, la gran protagonista de la temporada para desgracia de los establecimientos de moda. Tienen la pesadilla de que el otoño pase de largo y este verano “alargado” empalme con el invierno, para desgracia de sus ventas. Y todo a propósito de las elevadas temperaturas que se viven tanto en Jaén como en el resto del país, muy atípicas para la actual época del año. Tanto, que hay que remontarse 25 años atrás para recordar una situación climatológica similar a la actual.
No es una sensación térmica ni una percepción personal del ciudadano. Es una realidad certificada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que tiene ante sí al que probablemente sea el año más caluroso de los últimos cien años —a falta de ver cómo evolucionan los dos meses que restan—. El mar olivarero no es la excepción que cumple la regla, ni mucho menos. Según explicó a este periódico el delegado de la Aemet en Andalucía, Ceuta y Melilla, Luis Fernando López Cotín, las máximas del mes de octubre están, en general, por encima de los valores normales —el periodo de referencia es de 1971 a año 2000— salvo un periodo corto del 12 al 15 en el que hubo un descenso apreciable.
Sin embargo, el delegado de la Aemet hace hincapié en que es a partir del día 17 cuando las temperaturas alcanzan valores “totalmente inusuales”. De hecho, no se habían superado desde 1989, si bien, a partir del 26 vuelven a valores cálidos, pero mucho más cercanos a los valores normales.
Si en términos generales ya podemos hablar de un otoño atípico, en cifras absolutas también se produce un registro inusual. Fue en Bailén, el pasado 21 de octubre, cuando se alcanzó una máxima de 34,4 grados. Según los datos históricos de la Aemet, en Jaén la máxima histórica de este mes se produjo el 1 de octubre de 1985, cuando se contabilizaron 32,4 grados centígrados. Esa “anormalidad” de otoño no se cumplió, sin embargo, en septiembre. Y es que el resumen del mes indica que la temperatura media en la provincia jiennense solo estuvo 0,4 grados por encima de lo que se considera normal, con una temperatura media de 22,5 grados centígrados.
El calor no solo trae consecuencias para los comercios. Son varios los estudios que certifican los efectos psicológicos en las personas, como el del profesor de la Universidad CEU San Pablo, Amable Cima. Agresividad, irritabilidad y cansancio son algunas de las consecuencias derivadas de la ansiedad y el estrés generado por las altas temperaturas fuera de la estación en las que son usuales. Para tranquilidad de muchos, estos efectos psicológicos no son tan patentes cuando se pasa a la inversa, es decir, cuando se pasa de un calor extremo a una situación más templada. En este caso, lo que siente el ciudadano es una relajación, que en Jaén llegará la semana que viene.