Un calor de pelotas
Dentro de las novedades introducidas por la FIFA en este Mundial, sorprende una que busca mayor “humanización” en el fútbol: la posibilidad de pedir un tiempo “de refresco” si, en los 90 minutos, el calor supera los 32 grados y la humedad el 75%. Ya hubieran querido similar medida los albañiles que, por menos de 500 euros al mes y más de diez horas al día, han tenido que trabajar apresuradamente en esos estadios brasileños, a mayor ritmo e intemperie. Precisamente porque sé que no es lo mismo, denuncio esa sutil pretensión de instalar las diferencias en el ámbito de la normalidad y de la lógica.
17 jun 2014 / 22:00 H.