Un banco devuelve la penalización impuesta con un televisor de regalo
Rafael Abolafia / Jaén
'No es por el dinero, es por la satisfacción personal de que no se han salido con la suya'. Francisco Vacas es un hombre feliz. El banco BBVA le ha devuelto los 250 euros que tuvo que pagar por un televisor que, en teoría, era de regalo. Fue una penalización que le impuso la entidad tras sufrir una bajada salarial. La historia comenzó cuando este jiennense y su pareja, Ana María Rincón, solicitaron un préstamo al BBVA para comprar un coche.
Rafael Abolafia / Jaén'No es por el dinero, es por la satisfacción personal de que no se han salido con la suya'. Francisco Vacas es un hombre feliz. El banco BBVA le ha devuelto los 250 euros que tuvo que pagar por un televisor que, en teoría, era de regalo. Fue una penalización que le impuso la entidad tras sufrir una bajada salarial. La historia comenzó cuando este jiennense y su pareja, Ana María Rincón, solicitaron un préstamo al BBVA para comprar un coche.
La operación fue aprobada, a condición de que domiciliaran una nómina. Fue ella la que llevó su sueldo al nuevo banco, lo que le generó, además, un regalo: un televisor de 22 pulgadas.
Sin embargo, se trataba de un regalo envenenado. En una de las cláusulas del contrato que firmaron con la entidad, se especificaba que la cantidad ingresada de la nómina no podía bajar de los 800 euros. Si esto ocurría, penalización al canto.
Poco después, Ana María Rincón se quedó embarazada y tuvo una amenaza de aborto. Eso hizo que se ausentara de su puesto de trabajo durante unos días, por lo que su salario bajó. Un mes cobró 799 euros y algunos céntimos. Al siguiente, 723 euros. Ese descenso originó una desagradable sorpresa. El banco los “castigó” con 250 euros, que fueron restados de la cuenta de Ana María Rincón.
La pareja acudió a Diario JAEN para contar lo que consideraba “una injusticia”. Su historia se publicó en la edición del pasado 11 de enero. “Nos sentimos engañados, porque siempre nos dijeron que el televisor es de regalo. Nadie se para a leer la letra pequeña”, aseguró, entonces, Francisco Vacas. Apenas tres días después, el problema se ha solucionado. La directora de su oficina los llamó para informarles de que se les reingresaban los 250 euros en su cuenta y que, además, se anulaba la cláusula de la penalización. “Ha sido gracias a vosotros”, concluye.