09 dic 2008 / 23:00 H.
La mejor forma, sin duda alguna, para afrontar el futuro es conocer la realidad del presente, con sus defectos y sus virtudes, y así planificar lo que ha de llegar en las mejores garantías posibles. Jaén es una realidad económica potencialmente explotable aún, de ahí la importancia de los análisis y diagnósticos trabajados sobre ese presente, que con un lenguaje cercano y fácilmente reconocible lleguen al ciudadano. Así nació el Anuario Económico de la provincia de Jaén, que en esta nueva edición aporta datos nuevos y supone una herramienta única para conocernos mejor. Cuando se dice siempre que Jaén es una provincia agrícola, deberíamos tener en cuenta que según los datos estadísticos, ocupa el tercer lugar la agricultura, con casi 37.000 trabajadores, por delante de los más de 35.000 empleados en la construcción y por debajo de los casi 38.000 de la industria. Muy lejos el sector servicios, que emplea a casi 158.000 jiennenses. Son datos básicos para tenerlos siempre presentes, al igual que la renta disponible por habitante que es de 10.164 euros año (especialmente significativa en el día que se celebra el 60 aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y cuando miles de inmigrantes deambulan por las calles de los pueblos y ciudades de la provincia en busca de un jornal en la aceituna que no hay). Asistimos a un tiempo cambiante, en el que la crisis financiera y económica mundial se ceba con las empresas, sean grandes o pequeñas, da igual, y frente al pesimismo generalizado sobre lo que ocurrirá en 2009, ojeando este Anuario Económico podemos hacernos una idea clara de que la realidad de Jaén es más avanzada que hace una década y que en los últimos años se han puesto los cimientos de la nueva Jaén que todos deseamos, fuerte en agricultura, pero con una capacidad de diversificación que llama la atención por su dinamismo.