Un año
Desde Girona. Se ha cumplido el primer año de uno de los acontecimientos que más han cautivado al mundo en los últimos tiempos: la elección de Jorge María Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI en la cátedra de Pedro.
Desde la misma elección que hizo de su nombre como Papa no ha dejado un solo día de sorprender y de entusiasmar a católicos y no católicos por su humildad, sencillez, cercanía, libertad de espíritu y, al mismo tiempo firmeza, en su tarea de llevar al mundo la alegría del Evangelio. Cuenta el jesuita Guillermo Ortiz, formado en la disciplina ignaciana bajo la dirección de Bergoglio en el seminario bonaerense, que Francisco es como un padre que educa a sus hijos con inmensa ternura pero sin dejar de exigirles sus responsabilidades. Francisco es visto como el párroco que todos quisieran tener y en realidad lo está siendo desde la cercanía que nos ofrecen los medios de comunicación a los que, acude con frecuencia, consciente de su importancia en la nueva evangelización.
Juan García