Un aniversario marcado por la polémica del Estatuto catalán

Con los actos de celebración del 31 aniversario de la Constitución Española vuelve el debate sobre la reforma de aspectos que no quedaron suficientemente regulados en la Carta Magna y otros que los cambios históricos requieren ahora.

    07 dic 2009 / 12:10 H.

    El acuerdo sobre la idoneidad de cambiar algunos puntos de todos los partidos del arco parlamentario contrasta, sin embargo, con las dificultades y la pugna que ocasionan los artículos que hacen referencia a las autonomías y las llamadas comunidades históricas. Una batalla política que frena los cambios y los prolonga en el tiempo. Además, en esta ocasión, las críticas y presiones sobre la decisión del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña enturbian, aun más, las posibilidades de que en un corto espacio de tiempo asuntos como estos queden “solucionados” con la reforma de la Constitución. Entre otros factores, porque uno de los pilares sobre los que se sostiene una norma que ha garantizado la soberanía de los ciudadanos españoles es el del consenso que propició su redacción. Además, el debate será intenso porque mientras algunos partidos priorizarán que las autonomías tengan todavía más control otros, sin embargo, tendrán que apoyar todo lo contrario y que el Estado recupere funciones delegadas y cuya gestión se ha demostrado fallida. Ante semejante escenario de confrontación y dada la envergadura de la reforma se requiere de los políticos actuales la misma paciencia, sentido común y de Estado para que la reforma cuente con la suficiente tranquilidad que un asunto tan importante requiere. En este sentido, buena parte de las críticas que suscita el Estatuto catalán está en las antípodas de lo que se necesita para preservar los valores de la Constitución, y eso que todavía el Tribunal Constitucional no ha fijado si el Estatuto catalán incumple, vulnera o traspasa los límites que la Constitución fija.