Un "agresor sexual" en Minguillos
Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un hombre que, al parecer, se dedicaba a abordar de forma “sorpresiva” a mujeres jóvenes que paseaban o hacían deporte por la zona de Minguillos del municipio iliturgitano. El lugar elegido era la carretera que da acceso al Parque Forestal del Cercado del Ciprés. El detenido, según el Cuerpo, solía retener la “por la fuerza” a sus víctimas y les realizaba tocamientos, especialmente, en pechos y glúteos. Por ello, se le atribuye un presunto delito de agresión sexual.

Según explica el Cuerpo en un comunicado, las investigaciones que desembocaron en esta detención comenzaron como consecuencia de varias denuncias presentadas en la Comisaría. Pronto, los investigadores comprobaron que el autor descrito en todos los casos reunía las mismas características y su forma de obrar era muy similar. Según los relatos de las denunciantes, aprovechaba la ausencia de otros viandantes por las inmediaciones. Ello dificultó mucho la identificación del presunto autor, a pesar de los muchos intentos del grupo de la Policía Judicial.
Las investigaciones continuaban sin éxito hasta que, el pasado 23 de abril, un vecino alertó de que había escuchado gritos cuando se encontraba en su terraza. Ello permitió a la Policía Nacional intervenir rápidamente y logró localizar al sospechoso, además de prestar auxilio a la que se considera como la “última víctima”.
Fuentes presenciales explican que esta mujer es una joven iliturgitana, de 27 años, que, sobre las ocho de la tarde, paseaba por el paraje de Minguillos, cuando todavía es de día. Esta vecina llevaba a su hijo, de tan solo cinco meses, en un carrito de bebé. Ante las llamadas de auxilio, acudió a socorrerla un matrimonio que paseaba en bicicleta por el lugar. En ese momento, el agresor se dio a la fuga y se escondió entre unos matorrales. Fue localizado, minutos después, por varias dotaciones de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional que, sin apenas esfuerzo, lograron detener a este individuo.
El arrestado es un varón de 25 años de edad, natural de Sevilla, aunque con residencia en Bailén. Supuestamente, aprovechaba que trabajaba en una empresa de la ciudad, cercana al lugar de los hechos para, al salir de su trabajo, apostarse en las inmediaciones de la zona. El lugar está en las primeras estribaciones de Sierra Morena y, hasta la construcción del hospital y algún núcleo residencial, apenas estaba poblado, con solo algunas explotaciones agrícolas y casas y naves de aperos diseminadas, y no siempre habitadas.