El fiscal de Marsella dice que el copiloto tenía la "intención de destruir el avión"
El fiscal de Marsella, encargado del caso del accidente del avión de Germanwings, ha indicado que la interpretación de la actuación del copiloto, que se negó a abrir la puerta de la cabina al piloto una vez que salió, indica que tenía la "intención de destruir el avión".

El fiscal de Marsella ha indicado que el copiloto estaba al mando del aparato tras salir de la cabina el piloto y que a continuación accionó el seleccionador de altitud iniciando el descenso.
Así lo han revelado los datos de la primera de las cajas negras, en las que se puede escuchar al piloto llamando a la puerta para que se la abriera el copiloto, algo que no sucedió. Según ha aclarado, se escucha un ruido de respiración hasta el final, lo que indicaría que "el copiloto estaba vivo".
Los dos pilotos del avión de Germanwings que se estrelló el martes con 150 personas a bordo eran de nacionalidad alemana, según ha revelado este jueves el fiscal de Marsella, Brice Robin, que ha dicho desconocer su "origen étnico" o su religión.
Asimismo, ha precisado que el copiloto, al que ha responsabilizado de haber destruido "intencionadamente" el aparato al no permitir que el piloto entrara en la cabina y haber accionado el descenso, no figuraba en la lista de terroristas buscados.
Aunque el fiscal no ha querido revelar las identidades de los dos pilotos, el diario Bild ha informado este jueves de que se trata de Patrick S., un padre de dos hijos que volaba desde hace unos diez años con Lufthansa y Germanwings, y Andreas L., residente en Montabaur, en Renania-Palatinado y que se formó como piloto en Bremen.
Brice Robin ha identificado al copiloto del aparato como Andreas Lubitz, alemán de 28 años.
Según ha explicado, la Gendarmería francesa, en colaboración con las autoridades alemanas ya están investigándole y seguramente se interrogará a su entorno más cercano para tratar de aclarar lo sucedido.Robin ha explicado que en los últimos minutos antes de que el avión chocara contra el suelo se escucha al copiloto "respirar con normalidad", lo que indica que seguía vivo y "a priori" no sufriría ningún problema.
Pese a los reiterados golpes del piloto desde fuera, "no se escucha absolutamente nada" en el interior de la cabina, al margen de la respiración, "durante los diez últimos minutos". "Había silencio total", ha subrayado.