Úbeda y Baeza dan la mano a la renacentista Catedral de Jaén

No podía ser de otra manera. Tienen que ser uno. El triángulo renacentista está marcado y es imposible cerrarlo sin que a las maravillas de Úbeda y Baeza se sume también la joya renacentista de la Catedral de Jaén, un monumento tan impresionante como gran desconocido. El expediente camina hacia su inclusión en la candidatura de estas dos ciudades como Patrimonio de la Humanidad, de forma que las tres formen parte de un mismo conjunto inseparable que, si no fuese así, quedaría cojo para siempre.

    16 feb 2010 / 09:54 H.

    Esa es la filosofía, sumar el mayor templo de la Diócesis a una candidatura que ya está aprobada, sumar en lugar de intentar llegar a la cima en solitario. Por eso es tan importante el respaldo que ayer quedó de manifiesto de forma explícita, porque con semejante aval el expediente jiennense, ya de por sí fuerte y con fundamento, cuenta con dos aliados de excepción. En este mismo ámbito de esfuerzo hay que presentar la reforma de la Plaza de Santa María y su entorno, porque se ha enfocado de manera expresa a resaltar la ya indudable belleza del templo renacentista de Vandelvira. Para el próximo mes de mayo está previsto que comiencen las obras, unos trabajos que se basan en un proyecto sustentado bajo los pilares de la luz y el agua. Cultura tiene la última palabra para darle la luz verde.
    El patrimonio monumental de la provincia está aún a años luz de ser reconocido, por más que Úbeda y Baeza cuenten con el noble título que tanto y tanto esfuerzo les costó lograr en su día. Estas dos ciudades también tuvieron que dejar de lado rencillas históricas que las habían separado en todos los sentidos, y unirse de corazón, de palabra y de hechos para alcanzar el ansiado reconocimiento de la Unesco. Que ahora apoyen sin fisuras el proyecto de la Catedral de Jaén es el más claro ejemplo de que para crecer, siempre es mejor ir de la mano.