Úbeda. Cespa propone al Ayuntamiento cambiar el lugar del vertedero

El Ayuntamiento y Cespa, la empresa que gestiona el servicio del  vertedero municipal, como se le conoce popularmente, mantuvieron un encuentro. La firma propuso cambiar la ubicación actual de las instalaciones, si bien el Gobierno municipal considera que es la adecuada.

    09 jul 2010 / 10:49 H.

    El punto limpio provisional volvió a ser actualidad por el incendio y los vertidos incontrolados. El Ayuntamiento acogió una reunión con Cespa, que gestiona el servicio, para que se cumpla el pliego de condiciones. Así, se analizó el informe presentado por la firma, en el que se ponía de manifiesto que debe cambiarse la ubicación del vertedero. De momento, según explicó el Ayuntamiento, no se producirá, de momento, ningún traslado. Defiende que el lugar es adecuado.
    La intención es que la maquinaria se ponga en marcha y comience el proceso de reciclaje, ya que los centros más próximos empiezan a cerrar y el de Úbeda tendrá que acoger un mayor volumen. El concejal de Mantenimiento, Juan Clemente, explicó: “Las instalaciones las heredamos en un estado de ilegalidad, con ocupación de fincas sin adquirir, y ahora nos encontramos en proceso de actualización a la normativa europea. No obstante, desde que se adjudicó la gestión indirecta a Cespa se separan correctamente los materiales para su tratamiento como materia inerte”. La empresa, en cambio, realizó un informe mediante el equipo técnico de geólogos, que reza en contra de la zona actual.
    Clemente continuó: “Se nos propuso un cambio de ubicación antes de realizar el desembolso necesario para el asfaltado y adecuación de todo el recinto. Ellos plantean otra localización, y buscamos lugares posibles, teniendo en cuenta que nos rodean tierras arcillosas inapropiadas para las instalaciones”. Por otra parte, el PP pidió responsabilidades. El vicesecretario general, José Manuel Gómez, recordó que el incendio no es el “único problema” que presenta el vertedero, y añadió que “se vendió” la creación de un punto limpio que “no funciona”.
    Laura Martínez / Úbeda