Turismo y caminos que van de la mano
Son los hermanos pequeños de todos los caminos que discurren por la provincia y no solo por su longitud —menos de 10 kilómetros—, sino también porque se quedan dentro del término municipal por el que pasan. Los senderos locales (SL) —con una señalización blanca y verde— suelen ser promovidos por el Ayuntamiento con el objetivo de fomentar el turismo en su municipio.
La provincia cuenta con 7 SL homologados por la Federación Andaluza de Montañismo (FAM). Se encuentran en Martos, Jamilena, dos en los parques naturales de la Sierra de Andújar, en Despeñaperros, en Cazorla, Segura y Las Villas y en Sierra Mágina.
Por lo general, estos senderos, en opinión del responsable del Comité de Senderismo de la FAM, Antonio Vázquez, cumplen la función de poner en valor zonas con belleza paisajística, ecológica y cultural, entre otros. “Normalmente, también suelen recuperar caminos antiguos. Muchas pistas desaparecen porque dejan de transitarse”, señala.
De hecho, los SL pueden “atrapar” al caminante, ya que lo invitan a conocer el pueblo después de andar, ya que se pueden ver los conjuntos históricos y, de paso, degustar la gastronomía local y potenciar la economía. “Los senderos locales tienen otra filosofía. Su esencia es mostrar el rico patrimonio cultural y paisajístico que albergan. De hecho, son atractivos tanto para los principiantes como para los senderistas o los montañeros más experimentados, a los que nos gusta hacer turismo y conocer lugares nuevos. En la provincia hay muchos pueblos que no se conocen”, indica Antonio Vázquez. Y es que una de las características de los SL es su facilidad para recorrerlo. Por lo general, son aptos para personas de cualquier condición y, según el responsable del Comité de Senderismo de la FAM, suelen pasar por ríos o riberas y los que menos se acercan a alguna cumbre. Inmaculada Espinilla