"Tuitero de mal agüero"

Ya hubo otro Zapata, que metió la pata, llamado Emiliano, un revolucionario del Méjico lindo y maldito, que le salió el tiro por la culata. Quiso cambiar Méjico y cayó en el intento. El Zapata de España, con un sentido del humor de perro rabioso y con malas pulgas, ha revuelto las tripas de los que aún creemos que los entuertos políticos se pueden enderezar con educación, cortesía y meridiana democracia. Un señor que iba para concejal de Cultura en la villa del oso y del madroño, nos ha salido por peteneras, buscando los atajos del camino que no conducen a parte alguna. Sus maledicentes improperios han levantado ampollas en las conciencias humanas. Lo que ha “tuiteado” en las redes merece ser recogido en la memoria del absurdo, la canallesca y el adefesio. Carmena tiene, desde ahora, tela marinera que cortar, poner los puntos sobre las íes, porque si no, su honorabilidad como exjueza rozará el esperpento. No merece España elementos que asaltan la razón consensuada o se burlan chuscamente de los buenos modales con un comportamiento más propio de autoritarios idealistas mequetrefes. 

    17 jun 2015 / 14:13 H.