Triunfo con el frenesí de la superación
Dichoso y desbordado por la felicidad que le embarga. Daniel Ruiz Cabezas acaba de conocer que tiene aprobada la Selectividad. Su discapacidad muscular lo obliga a escribir sobre el ordenador con un palo que sujeta con la boca, por lo que en la primera sesión de las pruebas de acceso a la Universidad, el pasado día 12, dejó pendiente la asignatura de Historia del Arte. Un “permiso” que desde el Secretariado correspondiente de la Universidad de Jaén (UJA) le dio la oportunidad de continuar con el examen ayer.
Dichoso y desbordado por la felicidad que le embarga. Daniel Ruiz Cabezas acaba de conocer que tiene aprobada la Selectividad. Su discapacidad muscular lo obliga a escribir sobre el ordenador con un palo que sujeta con la boca, por lo que en la primera sesión de las pruebas de acceso a la Universidad, el pasado día 12, dejó pendiente la asignatura de Historia del Arte. Un “permiso” que desde el Secretariado correspondiente de la Universidad de Jaén (UJA) le dio la oportunidad de continuar con el examen ayer.

El caso de Daniel no es como el del resto de sus compañeros. No solo tuvo que prepararse en Bachillerato para pasar a la Universidad y enfrentarse a los nervios de las horas previas. Y es que su limitación física no le permite seguir el camino habitual por el que transitan sus colegas, ya que no solo debe de hacerlo en silla de ruedas, sino que tampoco tiene unas manos con las que escribir. Además, residente en Navas de San Juan, el estudiante tuvo que trasladarse en los dos últimos años hasta Santisteban. Problemas que para el joven son solo unos baches que, hace tiempo, salvó. Un espíritu rebosante de superación, una mente privilegiada y una familia que lo da todo por él son las bazas de ganar cada meta que se plantea. “No soy un estudiante brillante, ni mucho menos, más bien soy perro”, asegura el joven, para reconocer que podría sacar más de sus capacidades. “Lo que pasa es que no soy constante”, indica Daniel Ruiz.
La ilusión del joven es estudiar Inglés. “Me sale prácticamente casi solo”, resalta. “Me siento muy orgulloso con la cabeza con la que nací y, aunque soy así y estoy en silla de ruedas, soy feliz porque tengo una familia maravillosa y unos amigos que me quieren”, dice, emocionado ante sus padres,José Daniel Ruiz y Josefina Cabezas. Mientras, su madre le mira con ternura: “Estos años fueron difíciles pues, además, yo tuve que superar un cáncer de mama”, cuenta la progenitora.
Un ejemplo de superación encarnado en Daniel:“En esta vida hay obstáculos si tú te los quieres poner, los sueños están ahí y hay que ir a por ellos. Creo que me comí la vida en lugar de que me comiera a mí”.