Tres visiones del teatro como una necesidad apasionante
Tres edades, tres trayectorias y tres formas de entender el teatro. Pero una certeza común: el teatro es una forma de vida apasionante y una necesidad para formar conciencias críticas en la sociedad. Yel mejor germen y escenario: las aulas universitarias. Precisamente, en el marco del séptimo Encuentro de Aulas de Teatro Universitario que se celebra en Jaén, se organizó esta mesa redonda con Kiti Mánver, Noelia Rosa y Carlos Álvarez-Novoa.

“Empiezo un rodaje en cuatro días y cuando me llamaron para participar en esta mesa redonda dije que no podía venir, pero, al tratarse de teatro universitario, hice lo posible por acudir”, aseguó Carlos Álvarez-Novoa. “Esos fueron mis comienzos. Antes no había hecho nada, ni de niño, hasta los 18 años y desde entonces he aprovechado el tiempo”, aseguró. “Descubrí algo que nunca había imaginado, algo dentro de ti que no conocías y te hace saber que esta es tu vida”, confesó.
“Fue una etapa muy bonita. El teatro universitario que hacíamos en los 50 luego fue el independiente, cuando soñábamos con cambiar el mundo”, reconoció. Y así comenzó su formación, “a base de errores y descubrimientos”. Y en este sentido, hizo un paralelismo con el momento actual, en el que el actor de un pequeño grupo aprende a hacer de todo, desde montar un escenario, a ejercer de técnico de luces. Precisamente, esa es una de las “tareas” que también figuran en el currículo de Noelia Rosa, formada en Mamadou Teatro de la Universidad de Jaén, grupo que dirigió al principio de su ya intensa carrera. Una actriz, tal y como dijo Antonio Alfonso Jiménez, que moderó la mesa, que pasó a ser actriz profesional “por convencimiento”. Sin duda, empuje esencial para esta profesión a la que la crisis actual no pilla por sorpresa. Y así lo explicó Kiti Mánver, en los escenarios desde principios de los años 70: “Tengo la sensación de que esto es más de lo mismo, que yo ya lo he pasado antes. Estos momentos forman parte de nuestra profesión, de pronto se está arriba que abajo, por eso no hay que creérselo, solo pensar que esto es lo que quieres hacer. Es una profesión en la que además hay que aprender durante todo momento, pensar siempre que te queda muchísimo por hacer”.
Noelia Rosa, la actriz y directora de escena jiennense, que ejercía como “anfitriona”, representaba, en esta mesa, la nueva generación de actores, esa en la que un 73% está en el paro, sin oportunidades, pero quiso dejar un punto de vista optimista de la situación. “Todo cambio tiene una perspectiva positiva. Es difícil, pero se hace necesaria la capacidad de adaptación y renovación.Están surgiendo muchas fórmulas nuevas y hay más creatividad que nunca. El teatro no llegará a morir, solo hay que seguir el camino con dignidad”, aseguro. “Es cierto que trabajamos mucho y cobramos poco, pero es también una apuesta por lo que vendrá, una forma de sembrar”, añadió.
En este sentido, Carlos Álvarez-Novoa, el más veterano, aportó también su punto de vista: “Yo, personalmente, en este momento, tengo la suerte de ser mayor y por ello pertenecer a un grupo de actores de los que no hay muchos en España, por lo que no me falta el trabajo. Pero eso no me impide ver lo que está pasando con compañeros y alumnos, de los que un 73% está en el paro y más aún desde ese 21% de IVA. Es la responsabilidad y la desvergüenza de quienes nos gobiernan”, dijo muy crítico. Ycontinuó: “Como decía Lorca, un pueblo sin teatro es un pueblo dormido. Wert dice que solo es entretenimiento y lo que realmente no quiere es fomentar una forma de alimentar el espíritu crítico de los ciudadanos”. Pero se mostró convencido y esperanzado:“Por eso nuestro principal objetivo debe ser que, gobierne quien gobierne, se respete la cultura”.