Tres pantanos abren compuertas para desembalsar
Rondan el 62 por ciento y subiendo día tras día. Los pantanos de la provincia rebosan agua en el sentido más literal de la palabra. Ayer desembalsaban el Guadalén —de gran envergadura—, el Dañador y el Víboras —estos dos de menor capacidad—. El motivo es mantener unos resguardos de seguridad en previsión de lluvias venideras.
Las compuertas de suelo del embalse Guadalén están abiertas desde primera hora de la mañana de ayer. Estaba al 95 por ciento de su capacidad y, por delante, quedan todavía varias jornadas de intensas lluvias. Esta circunstancia genera la necesidad de vaciar parte de su agua embalsada para garantizar lo que se conoce como “resguardo de seguridad”, —normalmente del 20 por ciento de la capacidad— es decir, dejar el pantano con margen suficiente para seguir recibiendo agua sin que haya peligro de que rebose. Así lo explica José Martín, ingeniero jefe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. “Si se deja que un pantano se llene totalmente y siguen las precipitaciones, creamos un problema. Empezaría a desaguar y provocaría incidencias aguas abajo como, por ejemplo, inundaciones”, puntualiza Martín.
De los tres pantanos que desembalsan, el Guadalén es, sin duda, el más importante, como destaca el ingeniero jefe de la Confederación. Así, según los datos del SAIH del Guadalquivir, a las cinco de la tarde, por ejemplo, le entraba 60.000 litros de agua por segundo, los mismos que salían por la compuerta. Se mantiene, pues, inalterable su capacidad, con una margen de maniobra del 5 por ciento. José Martín puntualizó que la intensidad de vaciado del Víboras y el Dañador es menor, ya que son embalses mucho más pequeños. Se da la circunstancia de que el primero debe quedarse siempre prácticamente a la mitad para evitar anegaciones en las casas colindantes. Ayer, estaba al 47,7 por ciento, por lo que se optó por soltar el agua que recibía.
Por último, con el Dañador, se produce un caso muy particular. Las lluvias del fin de semana hicieron que se llenara hasta el 104 por ciento, hecho que se produjo, principalmente, durante la madrugada del domingo al lunes. Esto hace que esté obligado a desembalsar pero no provoca incidencias porque se debe tener en cuenta que es el pantano más pequeño, con apenas capacidad de cuatro hectómetros cúbicos.
Lo que sí está claro es que, entre unas cosas y otras, los embalses de la provincia rondan ya el 62 por ciento y algunos, como el Aguascebas o el Rumblar, superan el 70 —véase cuadro adjunto—. Lo normal es que sigan creciendo ya que, de momento, las lluvias no tienen intención de abandona el mar de olivos.
Esperanza Calzado /Jaén
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