Tres heridos leves al venirse abajo el suelo de su vivienda

Inmenso susto. Tres personas, un matrimonio y uno de sus hijos, resultaron heridas leves al ceder el suelo de su vivienda, un piso situado en la primera planta de un edificio de la Carretera de Jaén. Los hechos ocurrieron en torno a la una menos cuarto de la madrugada de ayer. Dos de los accidentados Manuel R. P. y el joven Alberto R. P. ya han recibido el alta, mientras que la madre, Francisca P. M., se encontraba ayer en Observación a la esperaba de saber si quedaba ingresada o podía marcharse del centro hospitalario de Granada al que los heridos fueron trasladados. Todos presentan principalmente contusiones causadas por la caída. Se trata de una familia muy conocida y querida en Alcalá la Real, estrechamente vinculada con las aldeas de Santa Ana y Ribera Alta.

11 sep 2014 / 09:53 H.


Los accidentados se precipitaron junto con gran cantidad de cascotes hasta el bajo del inmueble, ocupado por el colectivo Alcalá Teatro. La solería del piso cedió por completo. Una patrulla de la Guardia Civil de Castillo de Locubín pasó poco después de ocurrir el suceso, lo que facilitó el auxilio. Al oír gritos de soccorro, los agentes intentaron entrar, pero, aunque rompieron un cristal, los barrotes del local dentro del que se encontraban los heridos lo impedían. Llegaron refuerzos de la Benemérita y agentes de la Policía Local y finalmente los Bomberos se encargaron de forzar la entrada y de rescatar a las tres personas, que, además, presentaban síntomas de asfixia.
El motivo del derrumbe pudo estar en un fallo estructural. El pilar central de la vivienda se desplomó y causó el percance. Como consecuencia del accidente los cuatro residentes en el piso superior, que están ilesos, han tenido que marcharse de su domicilio, que corre serio peligro de derrumbe. Fueron desalojados, igualmente, los cinco habitantes de un inmueble contiguo, aunque, horas más tarde, pudieron regresar a su vivienda. Técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento visitaron por la mañana el edificio en el que cedió el suelo y comprobaron los severos daños estructurales. Una valla y un precinto impiden el acceso. La sensación entre los vecinos, que relatan que se escuchó un fuerte estruendo, es de sorpresa y alivio, ya que —destacan— pudo ocurrir una tragedia. El bloque de dos pisosy   bajo tenía varias décadas de antigüedad, pero había sido objeto en varias ocasiones de obras de mejora. Presenta grietas, algunas visibles desde fuera, y previsiblemente se declarará en ruina.