Tres encapuchados atracan una entidad bancaria a plena luz del día
Rafael Abolafia / Jaén
Tres encapuchados atracaron ayer la sucursal de la Caja de Jaén en el Polígono de Los Olivares. Fue a plena luz del día y en hora punta. Armados con escopetas y pistolas, amenazaron a los empleados de la oficina y, en menos de tres minutos, consiguieron un botín cercano a los 36.000 euros.

Tres encapuchados atracaron ayer la sucursal de la Caja de Jaén en el Polígono de Los Olivares. Fue a plena luz del día y en hora punta. Armados con escopetas y pistolas, amenazaron a los empleados de la oficina y, en menos de tres minutos, consiguieron un botín cercano a los 36.000 euros.
Los ladrones entraron en la entidad a las doce. Testigos presenciales los vieron salir apenas 180 segundos después. Iban vestidos con monos de trabajo oscuros y ocultaban sus rostros con pasamontañas. Todos llevaban armas. Dos portaban escopetas y el tercero, una pistola. “Esto es un atraco, todos al suelo”, amenazaron, a grito pelado, a los cuatro trabajadores de la entidad.
“Todo fue muy rápido. A voces, nos ordenaron que nos tumbáramos y que nos estuviéramos quietos. Mientras, cogieron todo el dinero y lo metieron en una bolsa”, relató uno de los empleados al abandonar la sucursal, casi a las dos de la tarde, para ir a declarar a la Comisaría. Todavía llevaban el miedo metido en el cuerpo.
Al parecer, los tres encapuchados subieron a un vehículo, conducido por otro miembro de la banda, y emprendieron la huida a toda velocidad. Los empleados hicieron sonar la alarma y dieron el aviso a la Policía Nacional, que activó un dispositivo para intentar capturar a los atracadores. Se establecieron controles en las salidas de la ciudad y en el propio casco urbano, con ayuda de la Guardia Civil y de la Policía Local de Jaén. Sin embargo, todo fue en vano. Los ladrones lograron eludir el cerco y, de momento, no hay rastro.
La Policía Nacional tiene pocos datos sobre ellos para trabajar: Tres hombres, de complexión normal y que hablaban castellano, sin ningún tipo de acento. Igualmente, los investigadores cuentan con la grabación de las cámaras de seguridad que tiene la sucursal. Agentes de la Policía Científica recogieron muestras en busca de algún indicio que pueda conducirles hasta los autores del atraco.
Perpetraron un golpe rápido y profesional, muy profesional. Los ladrones sabían lo que hacían. Ocultaron sus rostros con los pasamontañas y sus ropas con monos de trabajo. Además, también llevaban guantes para no dejar huellas. Eligieron una sucursal que tiene mucha actividad y en un día en el que se cierra la caja. De hecho, se llevaron un botín más que considerable. Además, esa oficina tiene una ubicación que permite una rápida huida, según explican fuentes de la investigación.