El conductor del atropello mortal es enviado a prisión preventiva

AVANCE. La juez Carmen Ballesteros, titular del Juzgazo número 4 de Jaén, acaba de dictar el auto para enviar a prisión preventiva a Rafael L. R., el conductor que presuntamente atropelló de forma mortal al maestro del "Santo Tomé" José Luis Castellano López mientras cruzaba por una paso de peatones. En su declaración ante la magistrada, el acusado aseguró que no vio a la víctima porque tenía los cristales de su vehículo empañados y que tras el impacto se marchó del lugar porque le dio mucho miedo. La declaración ha durado apenas 20 minutos. Los otros dos detenidos, que estaban dentro del vehículo en el momento del atropello, quedan anoche en libertad con cargos y a disposición del Juzgado.

16 dic 2014 / 09:23 H.

 José Luis Castellano López, un maestro de 49 años, murió a primera hora de la mañana de ayer tras ser arrollado por un vehículo que circulaba por gran velocidad por la calle Juan Montilla, muy cerca del Seminario. Como todos días, el docente se dirigía caminando a su trabajo en el Colegio Santo Tomás.

Todavía era de noche y llovía ligeramente. Al llegar al paso de peatones que existe junto al centro de salud de San Felipe se detuvo para esperar que el semáforo se pusiera en verde. Junto a él, también cruzó una joven. Antes de que llegara a la acera, un coche se acercó a ellos muy deprisa y “haciendo derrapes”, tal y como explicaron testigos presenciales. La mujer logró esquivar al automóvil. José Luis no pudo. El impacto fue brutal. De hecho, el coche lanzó el cuerpo unos metros hacia adelante. Al caer, se golpeó en la cabeza y murió prácticamente en el acto, sin que los médicos del 061 pudieran hacer nada por reanimarlo.

Mientras tanto, el conductor se dio a la fuga en dirección hacia la carretera de Los Villares. En el automóvil, viajaban otros dos jóvenes. Todos se “esfumaron” del lugar de los hechos. Eso sí, dejaron un rastro. Un hilo del que tiró la Policía para detener a los tres y encontrar el automóvil con el que embistió a José Luis Castellano, un Mitsubishi de color gris que había sido escondido en un garaje de la urbanización Bellavista, en las cercanías de Jabalcuz.

Fue una investigación realizada prácticamente en tiempo récord, gracias a la colaboración ciudadana y al intercambio de información entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Tras el atropello y la huida del conductor, se activó el protocolo para estos casos. Al principio, había escasos datos y muy confusos. La única pista fiable es que se trataba de un vehículo tipo berlina, de color gris, y en el que viajaban tres jóvenes. También se sabía que el coche se había detenido unos 200 metros más adelante de donde ocurrieron los hechos. Allí se bajaron los dos ocupantes. Alguien presenció esa escena y vio, además, cómo el propietario del automóvil, Rafael L. R., de 27 años, seguía la marcha. Llegó hasta su casa en la que escondió el coche.

La Policía ya había revisado las cámaras de seguridad de varios establecimientos ubicados en la zona y había interrogado a varios testigos que resultaron claves en la investigación. Gracias a la colaboración ciudadana, se pudo identificar al dueño del coche. La Comisaría dictó una orden de busca y captura y los agentes se desplazaron hasta su vivienda para detenerlo al filo del medio día. No estaba. Rafael L. R. se entregó en la Comisaría pasada la una y media de la tarde. Reconoció que él era el conductor y, después, se acogió a su derecho no declarar ante la Policía. Ya por la tarde, se encontró el coche en el garaje de su casa, con los signos evidentes de haber estado involucrado en el atropello. Los investigadores creen que lo ocultó para dificultar las pesquisas.

Para entonces, los otros dos ocupantes del vehículo ya estaban perfectamente identificados. Ellos no se entregaron, tal y como confirman fuentes judiciales. Los agentes tuvieron que ir a por ellos para detenerlos. Son Jesús D. P., de 21 años, y Juan Francisco R. V., de 25. Se les acusa de delitos de omisión del deber de socorro y encubrimiento. El conductor está acusado de un delito contra la seguridad vial y otro de homicidio por imprudencia, además de no ayudar a la víctima. Está previsto que los tres pasen hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 4, que está en funciones de guardia.

El coche fue escondido por su conductor en un garaje (fotografía: Policía Nacional).

"Gracias por todo lo que nos has enseñado"

"racias por todo lo que nos has enseñado y por ser como eres”. Esa era la frase que podía leerse en la cartulina azul que alguien —seguramente sus alumnos de sexto b— colocó en el lugar donde José Luis Castellano López perdió la vida tras ser arrollado por un conductor que se dio a la fuga. Unas palabras que resumen la forma de ser de este jiennense de 49 años entregado a su familia —que deja viuda y una hija de 21 años— y su trabajo como maestro. De hecho, el luto y la consternación se adueñaron ayer de toda la comunidad educativa del Colegio Santo Tomás, donde fue destinado en 2011 y en el que ocupaba el puesto de secretario desde el pasado mes de mayo.

Todos los que lo conocían hablan maravillas de él. Desde el punto de vista personal, lo describen como un maestro muy comprometido con sus alumnos, que se preocupaba extraordinariamente por ellos y por su porvenir. Implicado en la vida del centro y en todas sus actividades, dejó un recuerdo imborrable en toda la comunidad educativa de la capital.

La otra pasión de José Luis Castellano era el atletismo. Un corredor popular apasionado que se desvivía por hacer deporte al aire libre, zancada tras zancada. Fue presidente del Sprint Jaén, un club de aficionados, y era muy apreciado en este ámbito. El funeral de entierro se celebrará hoy a las diez en la capilla del tanatorio San José de la capital.