Treinta feriantes jiennenses cierran sus atracciones en el último año

Jesús Vicioso Hoyo / Jaén
Treinta empresas de feria de la provincia han cesado su negocio en el último año, lo que da buena muestra de la grave crisis por la que atraviesa el sector que se encarga de alegrar a los jiennenses durante sus celebraciones mayores. El colectivo gremial reconoce que esta temporada “es de números rojos”.

    25 sep 2011 / 09:36 H.

    Van de pueblo en pueblo y de plaza en plaza y ambientan las ferias y fiestas de la provincia con sus luces, músicas y, por supuesto, atracciones, pero cuando el bolsillo de los ciudadanos está delicado, el ocio lúdico es el primero que sufre recortes. De ahí que las empresas del sector —habitualmente compañías familiares que, además, contratan a personal temporal adicional— atraviesen unas fechas que son menos alegres que nunca.
    Unas treinta atracciones de Jaén han dejado de viajar a los recintos en el último año. Y la cifra podría aumentar “considerablemente” en breve, tal y como asegura el presidente de la Asociación Provincial de Industriales Feriantes de Jaén, Andrés Vico, ya que a pesar de mantener los mismos precios que hace cuatro y cinco años, los costes no han dejado de crecer. “Ha llegado el momento en el que no se gana nada y en el que ya estamos perdiendo dinero a diario, en cada lugar y en cada pueblo en el que nos instalamos”, explica el responsable del colectivo. “Ya es casi preferible no salir a ninguna feria”, lamenta Vico.
    El balance de la temporada de fiestas en las que están presentes —que comenzó en abril y que concluirá tras la Feria de San Lucas— es muy negativo para los establecimientos lúdicos. Según el responsable gremial, esto no solo perjudica a las familias que, de forma habitual, son las que atienden estas instalaciones cuyo periodo más largo en un mismo sitio pocas veces supera la semana. Otros tantos empleados que son contratados cada año por  puesto —de media, entre dos y tres— tendrán que buscar otra ocupación durante los meses que dura la temporada. Asimismo, los propios feriantes —que no suelen descansar ni un solo día en siete meses de arduo trabajo, más varias semanas de mantenimiento— han de postularse para segundas ocupaciones con las que vivir el resto del año. “Ahora tendremos que buscar otros trabajos y no será nada fácil”, expresa Andrés Vico.
    ayuntamientos. La principal queja de los feriantes es que, a pesar de la difícil situación económica por la que atraviesan, las administraciones locales continúen con el incremento de sus tasas municipales por instalarse en los recintos feriales. “La inmensa mayoría de los ayuntamientos ha vuelto a subir, año tras año, los precios por estar en las ferias y esto afecta mucho a nuestros negocios”, manifiesta el presidente de la asociación empresarial de la provincia. “Nosotros mantenemos los mismos precios cada temporada y, sin embargo, el coste por acudir a cada feria es casi siempre más caro y así no se puede pretender ganar algo”, añade Andrés Vico.
    La campaña de fiestas se cerrará con las celebraciones patronales de la capital, pero los números rojos ya tiñen las cuentas de los empresarios, aún a varias semanas del comienzo de la Feria de San Lucas.