Traspaso fronterizo

Campaña electoral. Nos mesamos el flequillo y nos acicalamos frente el espejo. Por si salimos en la tele. Que vienen a preguntar y debe responder. Lo que comenzó como un pulso fiscal al Gobierno se puede convertir en una violenta situación fronteriza. Siempre tendremos el bando radical, ese que se tiñe de bandera y se viste de brazos extendidos y puños cerrados, ese que como principios tiene su ideología, como única y verdadera, ese que exige democracias y derechos desde la imposición autárquica.

    15 nov 2012 / 19:20 H.

    Pero llevamos ya muchos años conviviendo con ese micro hábitat. Y hasta lo respetamos, que viva la democracia y el Estado de Derecho, aunque a veces escriba en renglones torcidos. El peligro procede de ese con guante blanco, que con sonrisas naturalmente fingidas y corbatas de ciento y pico euros vence y convence. Sabe llegar y llevar. Aprovechar las inercias y traducirlas en referéndum, en urnas llenas de odio y revanchas históricamente tan complejas como poco translúcidas. Y asustan. Porque pueden hablar de la necesidad de Europa como de lo innecesario de España. Porque con los empresarios “de la pela” se refiere a ella como nuestro país. Porque en campaña se retracta, y busca lo que siempre buscó. Votos y poder. Y porque parece que en Rusia, ni en Europa, no lo quieren ni ver. Pase lo que pase, estas Navidades, brindaremos con cava y comeremos fuet. En España. En Tarradellas. En tu casa o en la mía. Que para esto de celebrar y juntarse en familia, no hay huelgas. Ni generales ni particulares.

    Profesor de Formación Vial
    Francisco J. Peinado