Trasladan a Jaén al menor detenido por el crimen de Marta del Castillo

Rafael Abolafia / Jaén
El adolescente de 15 años detenido por la Policía por su presunta implicación en el crimen de Marta del Castillo ha sido trasladado a Jaén. Así lo ha ordenado el juez de Menores de Sevilla. Con esta decisión el magistrado pretende alejar a Javier G. M., apodado “El Cuco”, del lugar donde ocurrieron los hechos.

    28 feb 2009 / 08:46 H.

    El menor fue detenido el pasado 15 de febrero, acusado de encubrir al presunto autor de la muerte de la joven sevillana, ocurrida el 24 de enero. Después de prestar declaración ante la Policía Nacional, fue ingresado en un centro de menores de Sevilla. Muy poco después, el juez de Menores que instruye las diligencias ordenó su traslado a otras instalaciones más alejadas. Se eligió el Centro de Las Lagunillas en Jaén capital, según confirman fuentes cercanas al caso, donde está desde hace diez días. El objetivo es apaciguar la extraordinaria alarma social que ha suscitado el crimen de Marta del Castillo.
    Sin pisar la calle. “El Cuco” está en régimen cautelar cerrado. En román paladino, significa que no puede salir del edificio en el que está recluido. Durante la primera semana estuvo en observación, tal y como establece el protocolo para los recién llegados. Personal de Las Lagunillas que lo ha tratado de cerca asegura que se le nota “muy afectado y arrepentido”. Explican que Javier ha tenido un comportamiento “normal y correcto”. No ha dado problema alguno hasta el momento y mantiene un buen trato con otros menores internados, además de participar en diferentes actividades y talleres. “Hay que recordar que es un adolescente de 15 años. Por eso se le ha alejado de Sevilla”, explican las fuentes consultadas.
    En el régimen cautelar cerrado podrá estar, como máximo, nueve meses. Se espera que, para entonces, ya haya respondido de los cargos que pesan sobre él ante el Juzgado de Menores. Es preciso decir que esta jurisdicción es mucho más rápida que la ordinaria y que, por lo tanto, el juicio se celebrará antes.
    El traslado de Javier G. M. a Jaén no ha sentado bien a algunos familiares de menores internos también en Las Lagunillas. De hecho, la Dirección del centro ha recibido quejas por ello que no se han tenido en consideración, según confirman las fuentes consultadas por JAEN.

    La seguridad del centro se reforzó hace unos meses

    El Centro de Menores de Las Lagunillas es uno de los más modernos de Andalucía. Sus métodos de integración y reeducación son un ejemplo. Sin embargo, hace unos meses, la Junta tuvo que reforzar la seguridad de las instalaciones por la fuga de un menor que estaba en régimen cerrado. Los expertos consideran que Las Lagunillas es una instalación segura, de la que sólo se han escapado tres internos en cinco años.

    Jugó un papel determinante en la noche de los hechos

    La Policía Nacional considera que Javier G. M. jugó un papel determinante en el crimen de Marta del Castillo, ocurrido el 24 de enero, el mismo día que desapareció. Veinte días después de que la adolescente sevillana se fuera de su casa para arreglar unos asuntos con su ex novio, el caso dio un vuelco radical en la tarde noche del día vigésimo primero de búsqueda. Los investigadores consiguieron las pruebas necesarias contra Miguel Carcaño, el antiguo compañero sentimental de Marta del Castillo. El joven, de 21 años, confesó en sede policial que había acabado con la vida de la chica de un golpe en la cabeza y que, con la ayuda de dos amigos, Samuel Benítez y Javier G. M., “El  Cuco”, se había deshecho del cadáver arrojándolo al Guadalquivir. ¿Cuál fue el papel del adolescente de 15 años? Según su declaración, el autor confeso del crimen lo llamó después de golpear a Marta con el cenicero y le dijo lo que había pasado. Le pidió ayuda y “El Cuco” se la dio. Presuntamente, cogió el coche de su madre, un Volkswagen Golf. Al parecer, no era la primera vez que lo hacía. En el maletero de ese vehículo trasladaron el cadáver de Marta, presumiblemente, envuelto en mantas. En el automóvil iban Samuel Benítez y Javier G. M., mientras que el autor material del crimen los siguió en su moto. Según confesaron a la Policía, arrojaron el cuerpo al río desde el puente que une Camas con Sevilla. Por eso, el “Cuco” está acusado de encubrimiento.
    La declaración del menor, que fue detenido dos días después que sus cómplices, sirvió a la Policía para involucrar al hermano de Miguel Carcaño, Javier D., también en prisión por su relación con el crimen. Según los investigadores, este hombre se quedó en el domicilio en el que ocurrieron los hechos, en la calle León XIII. Su misión era, presuntamente, limpiar el escenario del crimen mientras los otros tres involucrados se deshacían del cadáver. Él niega que el día 24 de enero viera a Marta del Castillo.



    Búsqueda desde el aire
    En dos semanas de busca por tierra, agua y aire no se ha logrado encontrar rastro del cuerpo de la joven Marta del Castillo, supuestamente muerta a manos de su ex novio, pero los equipos de rastreo siguen escudriñando el Guadalquivir. Helicópteros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil los apoyan desde el cielo.
    “He perdido la cuenta de las veces que nos hemos recorrido el río completo”, confesaba ayer el inspector jefe Rafael Bogas, piloto del helicóptero que la Policía Nacional tiene en su base aérea de Sevilla. El aparato, copilotado por el oficial de policía Gonzalo Triana, puede sobrevolar el agua a poco más de un metro de altura, lo que permite detectar cualquier elemento extraño siempre que flote, ya que el agua baja embarrada y oscura y eso hace imposible ver si hay algo hundido.
    Desde el aire, el río es una mancha marrón, de aspecto denso y con un ancho de decenas de metros, en la que apenas asoman matojos o piedras. El helicóptero suele volar a 150 metros, pero baja casi a ras de agua si los cañaverales, la maleza o árboles tumbados les impiden la visión del río, en cuyo cauce hay, salpicadas de cuando en cuando, lanchas de la Policía, la Guardia Civil y los Bomberos. Intentan encontrar el cadáver de la joven, cuyo ex novio Miguel Carcaño admitió haber matado de un golpe en la cabeza y arrojado al río desde el puente de Camas.
    Desde hace dos semanas, el helicóptero sobrevuela el tramo desde ese puente hasta la desembocadura en el mar. Bogas, experimentado piloto con 20 años de experiencia, explica que aunque ayer el día era sereno, a principios de semana toparon con rachas fuertes de viento que complicaron el rastreo, ya de por sí peligroso porque deben esquivar los muchos cables eléctricos que cruzan de orilla a orilla.
    Desde el aparato se aprecian con claridad las zonas en las que las riberas son impracticables, porque no hay orillas sino cortes abruptos de varios metros de altura, a modo de barrancos. Si en esos lugares se detecta alguna prenda o un cuerpo sospechoso, el helicóptero avisa a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que tiene a expertos escaladores que pueden bajar por esas paredes. La UME informó ayer de que ya han participado en el dispositivo de búsqueda 350 militares, en los distintos turnos. Un centenar de ellos baja a diario al río.
    Los pilotos han detectado varios cadáveres de animales ahogados –ovejas, vacas y hasta caballos– y ropa, una rebeca y una manta que están siendo analizadas por si pudieran ser de la joven, a la que Miguel confesó haber arrojado al río con ayuda de sus amigos Samuel Benítez y el menor de 15 años Javier G.M., conocido como “El Cuco”.
    La Policía implica también al hermano de Miguel, Javier Delgado, como cómplice en la desaparición del cuerpo, por lo que los tres adultos están en prisión. El menor apodado El Cuco se encuentra interno en régimen cerrado en el centro Las Lagunillas de Jaén, donde fue trasladado para alejarlo de Sevilla, y donde sus cuidadores dicen que se muestra “muy afectado y arrepentido”, y presenta buen comportamiento.