Tras las elecciones

Sigo queriendo mirar en positivo. Por eso, me alegro de los resultados de las elecciones del pasado 25-M. Y no, ni soy del PSOE, ni de IU. Y sí, sí creo en que las ideologías existen y deben seguir existiendo. Pero vamos a lo que vamos. De entrada, no me convencen las alegrías de ambos partidos por los mismos. Como siempre, todos han ganado.

    09 abr 2012 / 16:06 H.

     Asombroso. Nadie reconoce la más mínima pérdida. Así que yo “ a lo mío”, y me ha congratulado porque casi se cumplen los argumentos que daba en mi anterior colaboración. El  primero era la confianza que nos merecían para sacarnos de la crisis. Y creo que por la desconfianza a perder el llamado estado del bienestar que con tanto trabajo y esfuerzo nos ha costado conseguir, a costa de la crisis; en Andalucía nos ha llevado a parar la llamada “marea azul”. Durante varios meses hemos visto de lo que son capaces a nivel nacional y en las autonomías por este partido gestionadas, y no nos terminan de convencer sus argumentos, ideas y acciones. La experiencia de los ciudadanos —en solo 4 meses—, ha servido para decirle al PP y al gobierno de la nación que no. Que nos ha costado mucho este status y que no estamos dispuestos a perderlo. Y que no vengan con monsergas y cuenticos de que la crisis, la crisis, la crisis. ¿Nos han sacado de ella, ya? ¿Hay alguna autonomía por ellos gobernada que ya haya salido? Si estamos ahora peor que nunca -segunda recesión, “Rajoy sugiere que la alternativa a su recortazo es una España intervenida”. (Esto dicho a día de hoy, miércoles santo. Cosa que digo porque en este mundo y más en economía, lo que hoy es, mañana no y viceversa). El segundo argumento era el del desgaste del PSOE después de 30 años de gobierno. Los votos que antaño le daban la victoria, ahora o no han ido a votar, o han ido a una formación más a la izquierda. Mensaje directo de que la población más o menos reformista-liberal, no está con ellos, como en épocas anteriores. Se sigue esperando una verdadera reforma interna del aparato del partido que aporte nuevas ideas, unidad, honradez y transparencia y futuro para esta formación política. Y último argumento, el de un parlamento andaluz multicolor y diverso en opciones e ideas políticas y de gestión. Bueno, al menos, tenemos una formación, que aunque no nueva, va a tener la oportunidad de aportar directamente (ya veremos cuánto, en función de los acuerdos a los que sean capaces de llegar) su toque a la gestión andaluza. Andalucía creo que hubiera ganado más, si tuviéramos un arco parlamentario más diverso y plural. Cosa que deberíamos ir pensando para las próximas, no vayamos a superar el bipartidismo y caigamos en un tripartidismo que no sería fiel reflejo de nuestra sociedad actual. ¿Sabían ustedes que se presentaban entre 17 y 25 candidaturas? ¿Y solo elegimos 3? La ciudadanía debemos ganar en formación y madurez políticas. Creo.
    Francisco José Campaña es maestro