Tras la verja

A falta de grandes obras donde posar y entretener la mirada, como antes hacían los jubilados, hoy se calma la curiosidad acercándose a las vallas de los centros de Primaria para “echarle un ojo” al hijo o a la nietecita.

    20 oct 2014 / 12:13 H.

    Exceso de proteccionismo y ganas de interrumpir o interferir en la media hora que tienen los escolares para descansar, recrearse e interrelacionarse. A los más pequeños, tal visita les suscita “mamitis”; a los medianos les fastidia que les rompan su ritmo, y a los mayores les avergüenza. Con lo a gusto que está cada uno en su sitio y no fuera    de tiesto…