Tranquilo "paseo" reivindicativo en la Fiesta del Trabajo

De la fiesta a la calma chicha. Del coraje y energía reivindicativos a la apatía de quien apura sus últimos recursos para mantener un puesto de trabajo. El minutero pasa de las doce del mediodía y la Plaza de las Batallas recibe aún, a cuentagotas, participantes que se suman a la manifestación del Primero de Mayo. No hay nada que celebrar. Para muchos de los que pasearán por la espina dorsal jiennense, el trabajo es un anhelo, una utopía, una batalla perdida. Para otros, un tesoro, un seguro de vida, la paz.

01 may 2014 / 22:00 H.


Ante la mirada de escasos paseantes, un río de personas avanza, con calma, por la calle Baeza para tomar la Carrera de Madrid. En sus profundidades, se despliega cada una de las pancartas. Parejas de enamorados unidos de la mano, familias con sus hijos, que juguetean inocentemente entre la multitud. Y colegas, compañeros de centro, de fábrica, de oficina. En una de las corrientes fluye el colectivo de los trabajadores de las guarderías municipales que protestan por los impagos del Ayuntamiento: “Queremos una solución definitiva para las escuelas infantiles”, se puede leer en la pancarta que portan. Aunque el silencio, característico de las profundidades marinas, se puede llegar a apreciar en algunos tramos, hay quien lo resquebraja con voces cargadas de ironía, bien acompañadas por el ritmo de un tambor o, directamente, a capella. Así, con la pureza de la voz y la rabia de quien sufre cómo el trabajo de toda la vida se esfumó con la imposición de una ley, sobresalen las rimas de los jubilados: “Rajoy, cabrón, nos recortas la pensión”. Cuales amazonas, en una versión más aplacada, las integrantes del Área Provincial de la Mujer también se expresan con el lema: “Iguales en la lucha, iguales en derechos”.


clavelitos. En el primer día del mes de las flores, un ramito de claveles rojos se deja ver tímidamente. Un guiño de la portuguesa Gisela Teixeira, quien recuerda la fuerza con la que impactó el 1 de Mayo en el país luso, tras la Revolución de los Claveles, cuyo aniversario se celebra cada 25 de abril. De ideología izquierdista, Teixeira, que lleva una década en España, revela una “demoníaca” realidad: “Antes del rescate, podíamos acceder a los servicios públicos gratis, ahora, acudir al médico de cabecera cuesta cinco euros y a una urgencia, veinte”. Respecto al futuro español y con la experiencia de su país, la portuguesa lo tiene muy claro: “Poco a poco, sin que la gente se dé cuenta, quitarán la gratuidad de estos servicios”. Y, entre la disconformidad de quienes ya probaron el sabor amargo de la injusticia laboral, los estudiantes que aspiran a alcanzar las mieles del trabajo. Juan Francisco Adán, portavoz del sindicato de estudiantes, resume brevemente el fenómeno que se vive en las aulas: “Hay muchos que prefieren estudiar una ingeniería para salir de España. Al final, no eligen la carrera que quieren, solo la que les permitirá obtener un trabajo”.


En la recta final del recorrido, mientras que los manifestantes suben Bernabé Soriano, las terrazas de la zona comienzan a recibir a los primeros clientes. También, algún que otro turista que, plano en mano, busca la oficina de información a los pies de la Catedral. “Somos belgas. En el norte de nuestro país, las manifestaciones del Primero de Mayo son como esta; pero, las del sur, son más numerosas”, dicen Andrea y Peter.
En una imponente Plaza Santa María, el río desemboca para convertirse en un disperso mar. Allí, los secretarios generales de los sindicatos UGT y CC OO, Manuel Salazar y José Moral, respectivamente, leen el manifiesto del Primero de Mayo. “Hay alternativas a las políticas neoliberales”, dice Salazar, quien aprovecha la cercanía de las elecciones europeas para expresar su propuesta: un plan de inversiones que alcance el 2,5% del PIB. “Permitiría crear más de once millones de puestos de calidad”, expresa el ugetista.


Con los datos negativos de la provincia jiennense, en cuanto a empleo, respecto a España, Moral ataca directamente al Gobierno central: “Cuatro de cada diez personas que trabajan tienen un contrato precario. Le decimos al Gobierno que se equivoca con las medidas que aplican. Esto no pasa por casualidad, pues el PP nunca reconoce su error”, enuncia con contundencia el líder de CC OO.
Lejos del asfalto, el PSOE provincial emitió una nota para denunciar los recortes del Gobierno y reivindicar más y mejor empleo. El secretario general de NN GG, Manuel Heras, cargó contra la Junta y el PSOE para criticar sus políticas de empleo juvenil.
Una cita tranquila, en la que organizadores y Policía no coincidieron en las cifras de participantes: 3.000, según los sindicatos, y 800, para los cuerpos de seguridad. En cualquier caso, un mar de personas que salió con el fin de evitar que los derechos laborales “hagan aguas”.