Tragedia

Desde Jaén. Las peores noticias que se podrían esperar, con respecto a la niña secuestrada en Fiñana, provincia de Almería, se han confirmado. Ha sido encontrada muerta víctima de una mente que nunca debió existir. La asesinó presuntamente Jonathan Moya González de un golpe en la cabeza para después arrojarla a un estanque.

    02 ene 2013 / 14:39 H.

    Sólo un ser humano despiadado y carente de alma puede llevar a cabo un crimen semejante. Todos los crímenes son execrables, pero el asesinato de un bebe no existe calificativo que describa al deplorable personaje que lo lleva a cabo. Todo el peso de la ley debe caer sobre el autor de semejante atrocidad, pero ya nadie devolverá la vida a la pequeña. Un salvaje en el peor sentido de la palabra, causó la muerte violenta de un pequeñito ser. De una personita que tenía toda una vida por delante. El secuestro, el asesinato o la violación de un menor debería estar contemplado por la ley de forma ejemplarizante. Son los menores a los que se debería dar una mayor cobertura legal como uno de los instrumentos preventivos contra el delito. La sociedad, en la que vivimos, se encuentra regida por unos políticos que no han resultado eficientes a la hora de intentar poner freno a casos como el descrito. Nuestros políticos demuestran, una y otra vez, que están acomplejados a la hora de actuar, de forma contundente, contra delincuentes peligrosos como el asesino de la niña almeriense. Siempre que ocurren desgracias como estas argumentan el aplazar un cambio en las leyes porque “legislar en caliente no es positivo”. Pero cuando pasa un tiempo desde que ocurren hechos desgraciados, como estos, la legislación no sufre modificaciones.
    Lo ocurrido en Fiñana no debería repetirse. Para ello es imprescindible actuar sin complejos y sin más aplazamientos. Está demostrado que no hacer nada solo sirve para generar una mayor impotencia y dolor en todas aquellas personas que han padecido el azote de asesinos o violadores. La sociedad no puede continuar soportando discursos demagógicos de políticos que han demostrado su ineptitud ante problemas de envergadura como son estos. Es muy urgente actuar. Continuar posponiendo reformas legales que sirven como medidas preventivas significa multiplicar los problemas.
    Fernando Cuesta Garrido