Trabajos por la vida en Quesada

Hace siete meses, la población de Quesada vivió con auténtico horror el peor incendio de los últimos años, con diez mil hectáreas arrasadas. El fuego dejó a su paso un paisaje dantesco que las administraciones tratan poco a poco de recuperar. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente comienza, a través de la empresa Tragsa, las intervenciones de emergencia para que la zona afectada por el incendio del pasado mes de julio en el paraje de La Cruz del Muchacho, y que afectó a los términos municipales de Quesada, Huesa y Cabra del Santo Cristo, “se recupere lo antes posible”. Estos trabajos de restauración forestal y medioambiental cuentan con una inversión de 500.000 euros, según precisó el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, que visitó el comienzo de las labores, junto con los alcaldes de los municipios afectados —Manuel Vallejo, de Quesada; Ángel Padilla, de Huesa, y José Rubio, de Cabra del Santo Cristo—, así como el jefe de servicio de Gestión del Medio Natural, Javier Muñoz.
El fuego afectó a una zona de 10.195 hectáreas, con una superficie forestal dañada de un 96,6% sobre el total. En este sentido, señaló que estas tareas, para las que se ha contado con mano de obra de la zona, son “fundamentales para la recuperación de los hábitats”. De hecho, subrayó que la prioridad ahora es la recuperación forestal y minimizar los daños por erosión. La intervención, que tendrá una duración de seis meses, empezó con la limpieza y el acondicionamiento de los accesos y el despeje de piedras en ciertos tramos del camino principal a los tajos. Se han creado nuevos o se han reabierto distintos jorros que mejoran el acceso tanto del personal como de la maquinaria que se encarga del desembosque y de la eliminación de los residuos. Sobre la vegetación afectada por el incendio, se procederá a la corta y apeo de pies afectados. Unos serán eliminados y otros servirán para la construcción de fajinadas.
También, se realizarán podas sanitarias en pinos flameados con el fin de reducir la aparición de posibles plagas y se llevará a cabo el desembosque de residuos gruesos y la recogida de residuos finos, con labores de corta, puesto que pueden suponer un grave riesgo de futuros incendios. Para evitar la erosión y pérdida de suelo, una de las actuaciones más importantes que se van a desarrollar en la zona, ya que la orografía cuenta con pendientes muy acusadas, será la construcción de esas fajinadas, así como de albarradas. Por un lado, se aprovecharán los residuos generados tras el apeo de pies para la construcción de fajinas en la red de drenaje y, por otro, se construirán albarradas que complementan esta función protectora. Lillo agradeció a la titular de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, su “diligencia” ante las peticiones de de los municipios afectados.

03 dic 2015 / 17:50 H.