“Trabajaremos por mejorar la calidad de nuestro aceite”
—¿Cómo ha sido la adaptación de la Alcaldía a la Delegación?
—No ha sido difícil. Aunque al estar en Desarrollo Rural, en Denominación de Origen y en la Alcaldía de Cazalilla, conozco a parte de los jefes de servicio. Es una Delegación que me gusta y creo que voy a disfrutar de ella. Estoy cogiendo la onda y conociendo la situación. Me ha costado más cambiar de la Alcaldía a Agricultura, pues llevaba 30 años y esa digestión me ha costado más trabajo.
—¿Qué retos tiene en mente?
—Primero, que funcione muy bien la Delegación. La legislatura pasada estuvieron tres delegados, además, ahora se separan Agricultura y Medio Ambiente y tenemos que llegar a fin de año con un presupuesto prácticamente conjunto. Veo que el personal se vuelve a acomodar y funciona con normalidad y esto requiere su tiempo, que debe ser de forma rápida, pues tenemos temas urgentes como el pago básico, ya que hay más 100.000 expedientes que hay que resolver.
—¿Qué objetivos se marca para la campaña de la aceituna?
—El objetivo en verdad se lo tienen que marcar los agricultores. Para la Delegación, el primero es que el pago básico llegue a tiempo para que los agricultores dispongan de dinero y puedan pagar a los trabajadores. Luego, los técnicos determinarán, cuando lo vean conveniente, el aforo de la campaña que será en octubre. Aparte de eso, queremos conseguir es que, poco a poco, aumente la calidad del aceite. Las cooperativas de la provincia ya tienen un itinerario y una forma de recolectar con mayor calidad. El siguiente paso es que el agricultor se conciencie de la comercialización y envasar mucho aceite. También tenemos que incidir en algunos problemas como el de la mosca, para que la cura se haga bien.
—¿Ve un cambio de mentalidad?
—Era impensable, no hace mucho tiempo, que se separara el suelo del vuelo, y ahora ya es una práctica habitual. Luego, hay diferentes tipos de prácticas que cada cooperativa considera como más rentables que otras, pero se ve más calidad. Y eso va en todo el proceso, desde la recogida hasta la elaboración, pasando por las cooperativas, que se están modernizando mucho. Quizá donde aún fallamos está en que los agricultores deben formar grupos. La concentración de la oferta y la demanda es importantísima, pues se le sacará mejor precio al aceite y habrá mejor calidad. Nos queda trabajo por hacer, pero por ahí van los tiros.
—¿Qué preocupaciones les transmiten los agricultores?
—Me dicen que cuanto más cooperativas se agrupen mejor. Hay que conseguir que se unan e incentivarlo de manera económica. Existieron algunas ayudas para estas uniones y creo que se seguirá haciendo. Me indican que aún no se paga la calidad como habría que hacerlo, pero tampoco es bueno que los precios suban tanto. Lo que el agricultor quiere es que haya una estabilización.
—¿Teme por las ayudas en el sector tras la reforma de la PAC?
—La PAC perjudicó mucho a Andalucía y a la provincia de Jaén. Lo que no puede ser es que en el conjunto global de estas subvenciones venga más a España y resulte que todas las regiones suban en porcentaje, menos en Andalucía a la que se le baja un 20%. Luego, tanto a los grandes como a los pequeños empresarios se les cobra lo mismo y no es justo. Ahora, se tiende a que bajemos en subvenciones. Aunque, vamos a ver quién entra en el Gobierno. Esperemos que la parte de Jaén salga mejor parada que esta última vez.
—¿Cómo ve a los jóvenes y a la mujer en el campo?
—En los jóvenes veo un futuro un poquito más halagüeño. En las mujeres, tenemos que cambiar mucho. Y hay jóvenes empresarias que están demostrando que son más capaces que el hombre para llevar una empresa agrícola, pero a la hora de contratar desempleadas, salen peor paradas. Ahí tenemos una asignatura pendiente.
—¿Cómo ve a los jóvenes y a la mujer en el campo?
—Que se note mi paso por la Delegación en sentido muy positivo. Que todo el mundo se acuerde de que fui un buen delegado en el trato con los trabajadores como en el ser eficaz en la gestión.
—No ha sido difícil. Aunque al estar en Desarrollo Rural, en Denominación de Origen y en la Alcaldía de Cazalilla, conozco a parte de los jefes de servicio. Es una Delegación que me gusta y creo que voy a disfrutar de ella. Estoy cogiendo la onda y conociendo la situación. Me ha costado más cambiar de la Alcaldía a Agricultura, pues llevaba 30 años y esa digestión me ha costado más trabajo.
—Primero, que funcione muy bien la Delegación. La legislatura pasada estuvieron tres delegados, además, ahora se separan Agricultura y Medio Ambiente y tenemos que llegar a fin de año con un presupuesto prácticamente conjunto. Veo que el personal se vuelve a acomodar y funciona con normalidad y esto requiere su tiempo, que debe ser de forma rápida, pues tenemos temas urgentes como el pago básico, ya que hay más 100.000 expedientes que hay que resolver.
—El objetivo en verdad se lo tienen que marcar los agricultores. Para la Delegación, el primero es que el pago básico llegue a tiempo para que los agricultores dispongan de dinero y puedan pagar a los trabajadores. Luego, los técnicos determinarán, cuando lo vean conveniente, el aforo de la campaña que será en octubre. Aparte de eso, queremos conseguir es que, poco a poco, aumente la calidad del aceite. Las cooperativas de la provincia ya tienen un itinerario y una forma de recolectar con mayor calidad. El siguiente paso es que el agricultor se conciencie de la comercialización y envasar mucho aceite. También tenemos que incidir en algunos problemas como el de la mosca, para que la cura se haga bien.
—Era impensable, no hace mucho tiempo, que se separara el suelo del vuelo, y ahora ya es una práctica habitual. Luego, hay diferentes tipos de prácticas que cada cooperativa considera como más rentables que otras, pero se ve más calidad. Y eso va en todo el proceso, desde la recogida hasta la elaboración, pasando por las cooperativas, que se están modernizando mucho. Quizá donde aún fallamos está en que los agricultores deben formar grupos. La concentración de la oferta y la demanda es importantísima, pues se le sacará mejor precio al aceite y habrá mejor calidad. Nos queda trabajo por hacer, pero por ahí van los tiros.
—Me dicen que cuanto más cooperativas se agrupen mejor. Hay que conseguir que se unan e incentivarlo de manera económica. Existieron algunas ayudas para estas uniones y creo que se seguirá haciendo. Me indican que aún no se paga la calidad como habría que hacerlo, pero tampoco es bueno que los precios suban tanto. Lo que el agricultor quiere es que haya una estabilización.
—La PAC perjudicó mucho a Andalucía y a la provincia de Jaén. Lo que no puede ser es que en el conjunto global de estas subvenciones venga más a España y resulte que todas las regiones suban en porcentaje, menos en Andalucía a la que se le baja un 20%. Luego, tanto a los grandes como a los pequeños empresarios se les cobra lo mismo y no es justo. Ahora, se tiende a que bajemos en subvenciones. Aunque, vamos a ver quién entra en el Gobierno. Esperemos que la parte de Jaén salga mejor parada que esta última vez.
—En los jóvenes veo un futuro un poquito más halagüeño. En las mujeres, tenemos que cambiar mucho. Y hay jóvenes empresarias que están demostrando que son más capaces que el hombre para llevar una empresa agrícola, pero a la hora de contratar desempleadas, salen peor paradas. Ahí tenemos una asignatura pendiente.
—Que se note mi paso por la Delegación en sentido muy positivo. Que todo el mundo se acuerde de que fui un buen delegado en el trato con los trabajadores como en el ser eficaz en la gestión.
