Torres: “En Linares no vale ganar de cualquier manera, se pide más”

—¿Cuál es el objetivo real del Linares Deportivo?  
—El objetivo, para que nadie se lleve a engaños, no es otro que acabar entre los cuatros primeros y, si puede ser, en lo más alto de la clasificación. Y, sobre todo, lo que pido es paciencia, porque la temporada es larga y complicada.

23 ago 2014 / 08:10 H.



—¿Está contento con la plantilla? ¿Echa en falta a alguien?
—Estoy contento con la gente que ha venido, pero me hubiera gustado quedarme con alguno de los jugadores que se han marchado. En ciertos puestos, alguno de ellos demostró estar a un gran nivel y se merecía continuar. Por eso, a la hora de negociar las bajas  hubo un tira y afloja, porque había opiniones encontradas. Pero todo eso ya es agua pasada, y ahora todos debemos remar en la misma dirección.

—¿De quién es la responsabilidad de las incorporaciones?
—La responsabilidad es de la junta directiva, del director deportivo y del entrenador. Todos los fichajes han venido avalados y han sido consensuados entre todas las partes. Ninguno ha sido un capricho del club, del director deportivo o del entrenador.   

—¿Piensa que la planificación del equipo ha sido la idónea?
—Nos marcó mucho el trabajo el hecho de acabar tan tarde. Esto nos condicionó la planificación, ya que solo hemos tenido tres semanas para trabajar el aspecto físico, sobre todo con los jugadores que disputaron la fase de ascenso. Por eso, al primer tramo de Liga no llegamos al cien por cien, pero es normal porque la pretemporada ha sido corta. No obstante, estoy satisfecho con el trabajo realizado tanto por los preparadores físicos como por los propios jugadores.

—¿Facilita las cosas conocer a la plantilla de años anteriores?  
—Ellos saben lo que quiero y, en ese sentido, hay mucho camino recorrido y unos resultados muy positivos que avalan el trabajo realizado. Con los nuevos, estamos en plena fase de que adaptación. La idea es que asimilen pronto los conceptos tácticos para que la labor que hacemos en los entrenamientos y en el terreno de juego dé sus frutos.

—¿Se siente más presionado que la pasada campaña?  
—La exigencia es alta, porque, como mínimo, debemos igualar lo logrado la pasada temporada, que ya es difícil. Habrá que trabajar más si cabe para conseguir ese plus que nos haga soñar. Y más que presionado, siento la responsabilidad de entrenar al Linares, con lo que ello representa. Tengo la confianza de la junta directiva y de la afición, que me he ganado con los resultados.

—¿Cuál fue su mayor fuente de inspiración como técnico?  
—No creo en otra cosa que no sea el trabajo. La suerte es puntual. Lo importante es que la pelota entre. El año pasado estuvimos 25 partidos sin perder y eso no la casualidad. Detrás hay mucho trabajo y mucha dedicación del cuerpo técnico y de los jugadores, y un afán de superación para alcanzar las metas.

—¿Su estilo de juego se aproxima más al...?
—Me gustaría tener el trato de balón del Barcelona y la capacidad de trabajo del Atlético; sería la combinación perfecta. Mi filosofía es competir e intentar superarnos cada día, máxime en una plaza tan complicada como es Linares. Aquí no vale ganar de cualquier manera, se pide más.

—¿Se adaptan los jugadores al entrenador o el entrenador a los jugadores?  
—El entrenador se tiene que adaptar a lo que tiene. Si tienes jugadores con calidad, sería de poco inteligentes no aprovecharlo. Así, a los jugadores creativos hay que darle toda la libertad para que sean los encargados de llevar la manija del juego.

—¿Considera a los futbolistas sus amigos?
—A todo entrenador le gusta de que haya buen ambiente en el vestuario, pero es complicado. Lo que está claro es que, dentro del campo, pido lo máximo, aunque fuera el trato con ellos sea correcto y respetuoso, porque es bueno que exista armonía.  

—¿Le temen?  
—No, pero saben perfectamente cuando estoy enfadado. Algunas veces, hay que pegar tres voces para que reaccionen, pero siempre con educación y con un mensaje claro y directo para que lo entiendan y no haya equívocos.

—¿Es una persona autocrítica?
—Sé cuando me equivoco y cuando debo pedir perdón. Lo que soy es una persona muy exigente conmigo misma.

—¿Cómo le influye la opinión de la prensa o de la afición?  
—Siempre que sea con respeto y constructiva es bien recibida. No siempre puede estar uno de acuerdo con todo, aunque acepto la opinión de todo el mundo.