Tomadura de pelo

Para los que no lo recuerden, la empresa concesionaria de los autobuses de la ciudad pidió medidas cautelares contra el tranvía por competencia desleal. Esa competencia desleal se circunscribía a que el tranvía estaba, en ese momento, haciendo pruebas gratis con viajeros. Unas pruebas que eran obligatorias y en las que no se podía cobrar precisamente porque eran pruebas y además no se garantizaba horario alguno. Por si fuera poco el convenio firmado entre Castillo y el Ayuntamiento garantizaba, eso sí se garantizaba, que el Ayuntamiento le equilibraría posibles pérdidas. Además, los conductores de los tranvías necesitaban de esas pruebas para terminar sus cursos de formación. Pues nada de eso le valió a Castillo y planteó que se paralizasen las pruebas como medida cautelar. El juez le dio la razón entonces, en mayo. Ahora, a finales de octubre hemos conocido que Castillo nunca interpuso demanda alguna y que se le dieron veinte días para que llevara a cabo ese trámite necesario y que nunca ejerció.
Después de todo esto, tengo la sensación de que se nos ha tomado el pelo a los jiennenses. Castillo se ha aprovechado de la justicia para evitar que este sistema de transporte siguiera su curso natural y que los jiennenses pudiéramos disfrutar o no, según nuestra decisión, del tranvía. Nada de eso ha sido posible y resulta, paradojas de la vida, que quien impide a los jiennenses disfrutar del tranvía es el beneficiado a pesar de no hacer lo que debía, judicialmente hablando, y que no se pueda resolver en esa vía si tenía o no razón. Más parece una decisión para dilatar la puesta en marcha del tranvía, una decisión en beneficio propio y en perjuicio de todos los jiennenses. Los jiennenses deberíamos pensar si le beneficiamos aún más o le pedimos al Ayuntamiento que tome las medidas necesarias, las que se pueda, contra una empresa que perjudica a los jiennenses. Ah. No me había dado cuenta. El alcalde que es el que podría tomar esas medidas contra quien perjudica a los jiennenses y se ríe de ellos, dijo en su día que no se iba a montar en el tranvía y su grupo político está haciendo todo lo posible porque el tranvía no se ponga en marcha, al menos hasta que Arenas gane, en su caso, las elecciones autonómicas. Eso fue lo que le dijo a los conductores. Cuando él quiera, vamos. A su antojo. Como no son suyos los cien millones de euros que se han gastado en su construcción pues no importa que se gasten sin ton ni son. Qué casualidad. Castillo y el alcalde están de acuerdo.
José Valero es periodista