Tokio temió una 'reacción en cadena diabólica' en Fukushima tras el terremoto
El ex primer ministro japonés Naoto Kan ordenó a los trabajadores que se mantuvieran en la planta nuclear de Fukushima-1, que resultó afectada por un terremoto y un tsunami el pasado 11 de marzo, ante el temor por parte del entonces Gobierno de que se pudiese provocar una 'reacción en cadena diabólica que llevaría a millones de personas a abandonar Tokio, según explicó un informe publicado este martes.
Kan y el entonces equipo de Gobierno comentaron la posibilidad de que Japón pudiera desaparecer como país durante los tres días después del terremoto, indicó este martes un 'think tank'. Según este organismo, la población temía que se extendiese la radiación por Japón tras la posible fusión de los núcleos de los reactores y una explosión de hidrógeno que destruyó uno de los edificios poco después del accidente.
Durante las primeras semanas, las autoridades japonesas negaron cualquier fusión del núcleo, a pesar de que la radiación comenzó a extenderse por la zona, lo que obligó a evacuar a toda la población que vivía a unos 30 kilómetros alrededor de la planta. Posteriormente, Tokio tuvo que reconocer que tres de los cuatro reactores de Fukushima-1 habían sufrido una fusión parcial.
Yukio Edano, el entonces portavoz del Ejecutivo, explicó al 'think tank' que en ese momento temió que pudiese provocarse una "reacción en cadena diabólica" afectando a la planta de Fukushima I y II, al igual que a la de Tokai, cerca de estas dos, poniendo a la capital en riesgo, a unos 200 kilómetros de distancia.
Edano reconoció este martes en rueda de prensa que se barajaron los peores escenarios, aunque defendió su gestión como portavoz del Ejecutivo. "No estaba en una posición donde, como una persona que no es un experto, puede hablar de forma irresponsable de mis impresiones personales y mis sensaciones de la crisis", explicó.