Todos pendientes de Grecia

Como era de esperar, el primer ministro griego Alexis Tsipras pide a sus compatriotas que voten “no” en el decisivo referéndum de mañana domingo, con un claro alegato a rechazar “la política del chantaje” que pretende imponer Europa. La postura del político se sustenta, además, en un informe del propio Fondo Monetario Internacional en el que se recoge que solo una quita del 30% y un periodo de veinte años de gracia podrían lograr una deuda sostenible.
El pozo en el que se encuentra sumido el país heleno tiene en la cita de mañana una fecha determinante, no solo para los propios griegos, sino para el futuro del actual primer ministro que, en caso de salir el “sí”, es obvio que no podrá seguir pilotando esa nave. El escenario de la negociación con la UE se complicaría aún más y no se trata de caer en el alarmismo. No hay que olvidar que sobre la mesa están los préstamos por valor de 26.000 millones de euros, una ayuda que llevaba aparejados compromisos y responsabilidades que no se pueden obviar a golpe de populismo. El deterioro de la economía griega es más que evidente, y sobre todo se refleja en los que más han sufrido ya, como se ha podido ver esta semana con la desesperación de los jubilados que solo tenían acceso a cobrar a una mínima parte de su pensión y después de soportar largas colas. Y, todo, cuando aún no se ha evaluado el daño que toda la incertidumbre acarrea a la importante industria turística helena. Las quinielas sobre el resultado están abiertas, con un empate técnico según los sondeos. Los indecisos, que oscilan entre un 11 y un 6%, decidirán en última instancia. El futuro de Grecia puede cambiar por completo a partir del  lunes, y con ella, el de Europa.

    04 jul 2015 / 08:39 H.