Todo menos la alegría
Muchos lo tenemos: “Todo menos la alegría” y eso es justo lo que muchas veces les sobra a las personas de países del tercer mundo. Quizás no tengan casi nada: Ni zapatos, ni agua corriente, ni medicinas. Pero no les falta el regalo de una sonrisa. Son felices con muy poco.
Por eso hay una tendencia en alza y es que las grandes firmas comerciales, el 60% de las empresas de más de 500 empleados en España, optan por programas de voluntariado. El altruismo intrínseco, la solidaridad, la voluntad de ayudar a mejorar la imagen de la firma, además los voluntarios están encantados y humana y espiritualmente se sienten mejor. Un ejemplo la empresa CLH del Ingeniero Buendía organiza el programa: “Movemos nuestra energía más solidaria”. Cuando llegaron a mi empresa un proyecto de colaboración con indígenas de Ecuador para crear una red de turismo de selva me apunte. Descubrí una forma de vida distinta y me di cuenta de que se puede vivir sin móvil, internet y otras comodidades y, además, se convive con los indígenas, se les enseña y se aprende de ellos. Hemos participado en otra experiencia alentadora: Dotar de agua a zonas rurales en Perú. El Bilbaíno A. Marquina, coordinador del voluntariado de una empresa con 230 mil trabajadores, dice: “El contacto con otras culturas nos hace replantearnos nuestras prioridades y comprobar la superficialidad que vivimos”.
Rafael Gutiérrez/ Linares