“Todo es posible, todo tiene remedio, todo está por hacer”
En la localidad de Torres, el profesor Federico Mayor Zaragoza inauguró, con una magistral conferencia, el último de los Cursos de Verano de la séptima edición de los organizados por la Universidad de Jaén y dirigidos por Baltasar Garzón. El título era “Crisis económica y ¿fracaso de la democracia?”. A pesar de lo preocupante del panorama mundial actual, durante su intervención, pudimos escucharle frases muy alentadoras como: “Todo es posible, todo tiene remedio, todo está por hacer, y ¿quién sino el pueblo?”.
Hizo referencia al comienzo de la carta de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Nosotros, los Pueblos” y es que cada uno de nosotros podemos hacer mucho. Es el pueblo el que tiene ahora la potestad de decir “basta ya”. Una frase que siempre le guió, que le decía su madre: “Si quieres ser feliz nunca aceptes lo inaceptable”. Es nuestra responsabilidad no aceptar el disparate de que sean los mercados los que dicten a los gobiernos, no las urnas, los pueblos. La justicia social por la que tanto habíamos luchado, valores como la libertad, la solidaridad, los valores humanos consentimos que se dejen de lado. Ahora todo es mercado. “La paz y la unidad solo se conseguirá cuando se alcance la igualdad en dignidad de todos los seres humanos” dice la Declaración de la Unesco. Ahora se han cambiado todos estos valores por los valores del mercado. Pero todo tiene remedio, todo es posible, todo está por hacer. Cada uno de nosotros somos seres únicos, cada uno tiene la libertad de hacer exactamente lo que tiene que hacer. Tenemos que ser conscientes de que cada uno de nosotros podemos hacer que cambie el rumbo de la humanidad. Tenemos que hacer siempre, continuamente en nuestra vida diaria, algún gesto de solidaridad y hacer lo posible por sembrar cada día. Si somos muchos en dar un paso, juntos daremos un gran salto. Conversando con la Madre Teresa de Calcuta, esta le contó cómo un hombre humilde le decía que él solo podía hacer muy poco entre tanto que era necesario. Que era solo una gota en el océano. Ella le respondió que si a ese océano le faltase su gota, este la echaría de menos. No podemos creer que no hay nada que hacer. No podemos ser espectadores sin implicarnos. La educación es ayudar a los demás a ser libres y responsables. Y todos los pueblos y países deben tener el lugar que les corresponde. Construir entre todos el futuro. Según las enseñanzas bahá’ís, para toda persona religiosa debería ser un deber “alzarse con sinceridad completa y pureza de intención, a educar a las masas: ejercer el máximo esfuerzo para instruirlas en las diversas ramas del saber y ciencias útiles, animar el desarrollo del progreso moderno. Pues hoy día, debido a lo profundo de su superstición, el pueblo imagina que cualquier persona que cree en Dios y sus signos, y en los profetas y las revelaciones divinas y leyes, y es una persona devota y temerosa de Dios, debe necesariamente permanecer ociosa y pasar los días en un sopor, a fin de que a los ojos de Dios se la tenga por alguien que ha abandonado el mundo y sus vanidades, ha puesto su corazón en la vida venidera y se ha aislado de los demás seres humanos a fin de acercarse a Dios.”
Gloria Pastor desde JAÉN.