Todo ell mundo del caballo y el toro al alcande de la mano
La V edición de la Feria del Caballo y el Toro abrió sus puertas ayer para traer hasta la capital jiennense durante tres días todo lo relacionado con el interesante mundo de equino y ganadero en general. Equima 2009 se plantea como una oportunidad única no sólo para los empresarios o aficionados al toreo y el sector ecuestre, sino para cualquier jiennense que quiera pasar una jornada diferente y atractiva, porque una de las singularidades de esta feria es que está planteada con un alto contenido lúdico. Llama la atención que los visitantes tienen oportunidad de conocer de cerca cómo es un tentadero, una ocasión que no está al alcance de la mano de los que no están muy metidos en este ambiente. Pero no es éste el único reclamo. Destaca también la plaza de toros para los más pequeños, donde pueden hacer sus pinitos y ser toreros durante unos minutos, o asistir a los extraordinarios espectáculos de caballos bailando. Un amplio abanico de actividades que se integran en el recinto de la institución ferial de forma paralela a los clásicos expositores. Entre los principales focos de atención se encuentra, según los expertos, la celebración del concurso morfológico, una cita en la que contemplar ganaderías de primera categoría, ejemplares de pura raza que compiten en pruebas valederas para el campeonato de España. Caballos de gran belleza que permanecen en exposición en una zona especialmente habilitada para ello.
En una ocupación total de más de quince mil metros cuadrados, la feria está abierta hasta mañana domingo en horario ininterrumpido de diez de la mañana a diez de la noche. Una cita en la que el aspecto de negocio y comercial no está reñido con un carácter más festivo, dentro de la celebración de las fiestas patronales de la Virgen de la Capilla. Una ventana abierta al mundo del caballo y el toro desde amplia perspectiva.
En una ocupación total de más de quince mil metros cuadrados, la feria está abierta hasta mañana domingo en horario ininterrumpido de diez de la mañana a diez de la noche. Una cita en la que el aspecto de negocio y comercial no está reñido con un carácter más festivo, dentro de la celebración de las fiestas patronales de la Virgen de la Capilla. Una ventana abierta al mundo del caballo y el toro desde amplia perspectiva.