Todo debate genera riqueza a una ciudad y el del tranvía lo hace
Afortunadamente, el debate sobre el tranvía ha entrado en su fase más enriquecedora y este periódico está contribuyendo a ello, como es nuestra obligación. Todo debate genera indudable riqueza a una ciudad porque su futuro depende de lo que piense la sociedad civil y el debate del tranvía lo está permitiendo.
Desde hace algunos días, expertos de distintos signo están poniendo los puntos sobre las íes al proyecto más importante que va a acometer la capital jiennense en su historia. Y lejos de la demagogia que puede suponer, a priori, que ese dinero se podría invertir en otros menesteres ciudadanos, cuando se sabe que la Consejería de Obras Públicas sólo construye carreteras y promueve metros o tranvías, están apareciendo artículos y cartas de los ciudadanos expresando su opinión entusiasta sobre el particular o, por el contrario, quienes piensan que será un lastre. No hay término medio ni puede haberlo porque estamos ante un cambio de concepto hacia una ciudad completamente nueva, más acorde con los tiempos que vivimos y donde el transporte urbano toma las riendas, definitivamente, frente al coche particular.
Es cierto que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía se están jugando mucho en el envite, porque la oposición ha entrado a saco, con manifestaciones radicalmente en contra y con recogida de firmas contra el proyecto, pero es a quien gobierna a quien corresponde la responsabilidad de tomar decisiones. Los socialistas están haciendo algo que prometieron cuando presentaron su oferta electoral al Ayuntamiento y solventada con éxito la financiación del proyecto, a ellos y a sus socios de Gobierno municipal corresponderá la difícil tarea de hacer viables otros proyectos importantes para el éxito del tranvía como los viales o los aparcamientos públicos, sin olvidar que la gente sigue viviendo en los barrios y hay que seguir invirtiendo en ellos.