The green hornet: Aires de clásico
Por Nuria López Priego
El detalle de una mano meciéndose, suave, al viento y una pregunta —'¿Te gusta conducir?'— le reportaron a BMW miles de euros, el reconocimiento internacional por la mejor campaña publicitaria y un lugar destacado en el imaginario colectivo.

El detalle de una mano meciéndose, suave, al viento y una pregunta —'¿Te gusta conducir?'— le reportaron a BMW miles de euros, el reconocimiento internacional por la mejor campaña publicitaria y un lugar destacado en el imaginario colectivo.
También con un brazo que oscila al viento apoyado en la ventanilla de un coche de lujo, se abre The Green Hornet, la última y esperada cinta del siempre sorprendente Michel Gondry. Pero la diferencia con el laureado spot del grupo automovilístico reside en que la mano, en este caso, pertenece a un niño, porta una réplica de juguete Superman y el placer, aquí, no está en conducir, sino en soñar, un hábito que, desgraciadamente, el género humano olvida cuando deja atrás la pubertad. Aunque hay excepciones y Gondry y Seth Rogen son la prueba.
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The Green Hornet apunta maneras de clásico del cine por dirección, montaje, interpretaciones, localizaciones, efectos especiales y, por supuesto, banda sonora. Es un cúmulo de elecciones perfectas. Gondry no descubre técnicas nuevas —aunque el uso del lenguaje del cómic o la pantalla dividida den ritmo, agilidad y el poder de la ubicuidad al espectador— y, por momentos, recuerda a las producciones con el sello Tarantino. Sin embargo, de principio a fin y de cabo a rabo, The Green Hornet acorrala, por absorbente y trepidante. Es una comedia de acción que también se permite la crítica política, judicial y mediática. Dicen que es la historia de un antihéroe, pero “El avispón verde” es una ventana abierta a los sueños y a la creatividad. Una perita en dulce para cinéfagos.
Director: Michel Gondry
Protagonistas: Seth Rogen, Jay Chou, Christoph Waltz