Teresa y su perro Excalibur

Reconozco que soy de esas personas de lágrima fácil, de las que lloran con los anuncios de Navidad y especialmente con el de “vuelve, a casa vuelve...”, que desde que tengo uso de razón me hace hacer pucheros. Pero hace pocos días me sorprendí llorando como “una Magdalena” cuando dijeron que Teresa Romero dio negativo en la prueba del virus del ébola.

    28 oct 2014 / 09:58 H.

    Primero por la alegría de que no haya corrido la misma suerte de los otros enfermos que llegaron al país, y que, a pesar de los problemas añadidos por este virus, pueda seguir adelante, pero también como amante de los animales recordando a Excalibur, su perro, que fue sacrificado sin su consentimiento y sin ni siquisiera saberse si podía trasmitir el virus. Cuando hablaba con su esposo, siempre preguntaba cómo se encontraba su mascota, sin saber su mal destino, y ni puedo imaginar cómo podrá sentirse cuando le den la noticia real, porque se quiere mucho a tu mascota, lo digo desde mi experiencia. Felicidades para Teresa y, si existe un más allá para los animales, que Excalibur descanse en paz aun sin comprender por qué le hicieron eso.