“Tenía un bicho dentro de su cuerpo y tuve que tocarla para sacárselo”

Antonio es un famoso curandero de la provincia jiennense. Está convencido de que posee poderes especiales y afirma que los utiliza para sanar a las personas.

16 jul 2015 / 08:29 H.

Recibe a la gente que va en busca de sus atributos sanadores en una cortijada que se encuentra entre la Estación de Linares-Baeza y Miraelrío. En ocasiones, hasta hay colas de personas que esperan con paciencia sus sesiones, que suelen calificar como “milagrosas”. Ahora acaba de prestar declaración en el Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén en la vista de un procedimiento por el que puede pasar tres años en la cárcel.

Una mujer —es la nuera de un hombre que figuraba entre sus “creyentes” habituales— lo ha denunciado por un delito de agresión sexual. En el juicio aseguró que abusó de ella, que le hizo tocamientos y que le introdujo el dedo en el ano dentro de una sesión que practicó para librarla de un espíritu o “bicho”, como los suele denominar este curandero. Según se relató en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2, la mujer acudió al curandero porque tenía referencias dentro de su familia. Lo hizo acompañada por su marido y por su suegro. Ambos declararon que sus dos acompañantes esperaron en el salón de la vivienda, mientras que el curandero y la mujer se marcharon al dormitorio. Y allí empezó la sesión que fue un episodio de agresión sexual para la mujer o una técnica para librarla de un “bicho” —espíritu— que le estaba causando mal y que podía acabar ahogándola, según explicó el curandero.

No obstante, esta escena duró un rato, ya que el curandero tenía que atender a más personas. Por eso, le pidió a la mujer, a su marido y a su suegro que se pasaran más tarde para continuar su “batalla” contra el espíritu. Antonio siguió su jornada “sanadora” y, a última hora de la tarde, se citaron en una especie de ermita que posee en la cortijada. Allí continuó la sesión. Después, según explicó el curandero en su declaración, tomaron un aperitivo. Sin embargo, la mujer denunció, durante la noche del día siguiente, un episodio de abusos que ha acabado con el procesamiento del curandero por un delito de agresión sexual.

Las penas. La acusación particular solicita que se le imponga tres años de prisión, mientras que el Ministerio Fiscal no realiza acusación. Por contra, la defensa del curandero, que realiza el letrado Francisco Javier Saigner, pide la libre absolución, ya que considera que queda acreditado que existió consentimiento de la mujer a la hora de someterse a esa sesión. De hecho, durante la vista del juicio recalcó que pudieron marcharse y no lo hicieron y ratifica que, incluso, esperaron unas horas más para someterse a otra sesión e, incluso, después se tomaron un aperitivo juntos. El juicio queda visto a la espera de que el Juzgado de lo Penal número 2 emita la sentencia.