"Tengo el convencimiento de que no mató a mi hermana"
Felipe es el único hermano varón de Antonia González Osuna, la mujer que, presuntamente, fue asesinada por su marido en la tarde del 8 de octubre de 2012. Sin embargo, y por sorprendente que pueda parecer, este guardia civil de profesión salió en defensa de su cuñado, del hombre que está acusado de asfixiar y estrangular a su hermana pequeña. “Estoy convencido de que Jesús no lo hizo. Siempre he tenido ese convencimiento”, declaró con una extraordinaria firmeza. “No tengo la más mínima duda de que mi cuñado es inocente”, remarcó, después, Encarnación, otra hermana de la fallecida, que también fue citada como testigo.

Es insólito que los familiares de una mujer que, presuntamente, ha sido asesinada defiendan con tanta vehemencia al acusado del crimen. No obstante, Encarnación y Felipe plasmaron ante el jurado lo que ya habían hecho ante el magistrado instructor varios meses antes, cuando rechazaron personarse el procedimiento judicial abierto contra Jesús A. P. por un delito de asesinato. El hermano de Antonia recordó ese episodio: “El juez me explicó que a mi hermana la habían matado y que todo apuntaba a mi cuñado. Yo le dije que no podía ser. Estaba convencido de ello. Ese mismo día, visité a Jesús en la cárcel. Le pregunté si había sido capaz de hacer esa barbaridad. Me dijo que no”. Ahí se acabó la conversación, según aclaró el hermano de Antonia. “Ya lo estaba, pero ahí quedé totalmente convencido de que es inocente”, concluyó.
Antes de los familiares directos de la fallecida, también fueron interrogados los hermanos del acusado y varios amigos del matrimonio. Sus testimonios coincidieron, fundamentalmente, en dos aspectos: el primero, es que la pareja había sufrido una crisis conyugal durante el año 2011. El segundo es que la estaban superando y que, incluso, Antonia y Jesús disfrutaron en el verano de 2012 de “unas vacaciones maravillosas”. También apuntaron a que la víctima jamás les había comentado su intención de separarse de su marido. El asunto no es baladí, ya que la Fiscalía sostiene que el móvil del crimen fue que el procesado no pudo superar esos problemas matrimoniales provocados tras descubrirse que ella había tenido una relación con otro hombre a finales del año 2010.
Precisamente, esta tesis del Ministerio Público fue refrendada por las declaraciones de dos compañeras de trabajo de Antonia, enfermeras del hospital. Una de ellas explicó que la víctima le comentó, hasta en dos ocasiones, que quería romper con Jesús. Eso sí, reconoció que fue antes del verano de 2012.
La otra fue mucho más contundente. Desveló que la fallecida le contó, en mayo de 2011, que quería separarse: “A mi me sorprendió porque tenía a Jesús como alguien muy cariñoso. Antonia me respondió que era bueno con la gente, pero no con ella y que su matrimonio estaba acabado. Al día siguiente, volvimos a hablar y fue muy tajante: me aseguró que no la iba a convencer y que no renunciaba a ser feliz de otra manera”, explicó. “No me creo que Antonia se suicidase. Era una persona muy alegre, con una vitalidad impresionante”, agregó esta enfermera.
Al respecto, también declaró el psicólogo de la Universidad que trató a la pareja entre mayo y octubre de 2011 para tratar de arreglar su crisis conyugal: “En una de las sesiones, Antonia descartó que quisiera quitarse la vida. Me reconoció que era incapaz de hacerlo por sus creencias religiosas y por no hacerle daño a su marido, al que definía como el mejor hombre del mundo”, relató este especialista. “Él no quería separarse, porque decía que la quería mucho”, detalló. El psicólogo tuvo que pronunciarse sobre si el matrimonio había superado sus problemas: “Ella estaba bastante mejor que él la última vez que los vi. Sí puedo decir que entre ellos no había odio”, concluyó.
Reproducción de la llamada al 112.