Tenemos miedo a lo distinto
Sigo con evidente interés, tras la sorpresa que produjo la irrupción en el panorama político español el pasado 25 de mayo, la evolución y el recorrido que la formación Podemos y otras más minoritarias, realizan en nuestro país y en el Parlamento Europeo Español.
Y lo hago, tras el hartazgo y la decepción que me han provocado tanto el bipartidismo PP-PSOE, como otros partidos que, aunque en su nacimiento levantaron esperanzas, se han mostrado acomodados ya en las estructuras políticas y de gestión del país sin ofrecer nada nuevo. Más aumenta mi interés cuando leo y escucho la gran cantidad de ataques, insultos e improperios a los que se les está sometiendo. Incluso desde los propios medios de prensa y plumas avezadas y duchas en esto del crear opinión. Señal inequívoca de que algo está pasando. De que hay miedo a que esta y otras fuerzas minoritarias, puedan llegar a arañar más votos y pensamientos ciudadanos y haya que hacer una política más pegada al ciudadano y no a los llamados “intereses de Estado”. El buque insignia del bipartidismo, que tanto mal hizo a nuestro país en tiempos históricos no tan lejanos, está tocado. Y está dando síntomas de miedo. Y contra el miedo, la defensa feroz a costa de lo que sea. No me dirán que no es interesante lo que nos queda por vivir. Solo el tiempo nos dirá si esas acusaciones y ataques son ciertos o no. Solo el tiempo nos dirá si su programa es o no realizable y cómo traerlo a la realidad. Pero, como digo, de momento es algo distinto y diferente en medio de la mediocridad y el anticiudadanismo al que nos tienen acostumbrados. Y a los que habrá que dejar estar para ver de lo que son capaces. Su aparición ha sido legítima y, lo que más temen algunos, avalada por unos cuantos millones de votos.
En tiempos de adolescente me enseñaron a no rechazar, ni repudiar, ni anatemizar al diferente, al distinto. Quizá por esto me interese tanto el camino que les quede por realizar. Y recuerdo las palabras del poeta: “Lo querían matar los iguales porque era distinto. Si veis un pájaro distinto, tiradlo; si veis un monte distinto, caedlo” (Juan Ramón Jiménez).