¿Tendrá que elegir?
En Baleares, un grupo de militantes del Partido Popular de los conocidos como “críticos” promulgó la campaña “Una persona, un cargo” nada más empezar el caluroso mes de julio. Unos días después, el presidente del partido en Andalucía elevó idéntica propuesta a la conferencia política celebrada en Madrid. En una organización que suma más de veintitrés mil afiliados en toda España, empieza a estar mal vista la acumulación de responsabilidades. La limitación de obligaciones institucionales y orgánicas queda, por ahora, en forma de lluvia de ideas. Que no cunda el pánico entre quienes se encuentran entre la espada y la pared. Tienen de plazo hasta el congreso postelectoral para someterse a una complicada elección.

Cuatro son los jiennenses que, en la actualidad, tienen duplicidad de cargos en el seno de la segunda fuerza política que tiene la provincia en número de votantes. Una: Catalina García es concejal en el Ayuntamiento de Jimena y, a la vez, parlamentaria y senadora por la comunidad autónoma andaluza. Dos: el exalcalde Francisco Delgado, concejal ahora en Martos, también es senador. Tres: Mariana Lorite compagina su acta en el Consistorio de Lupión con su escaño en el Senado. Y cuatro: José Enrique Fernández de Moya es, además de presidente provincial del Partido Popular, alcalde de Jaén y senador.
Los cuatro se encuentran en el punto de mira desde que Juan Manuel Moreno Bonilla lanzó una polémica propuesta que no a todos convence. Basta con “tirar” de hemeroteca para corroborarlo. Al máximo dirigente del Ayuntamiento de la capital le duele la boca de decir que viajar a Madrid todas las semanas le permite tener contacto directo para trasladar las peticiones que necesita su tierra. Es decir, barrer para casa. Es más, ser senador hace que su sueldo no tenga que salir de las maltrechas arcas municipales. Ni que decir tiene que la luminosa idea del líder andaluz poco tiene que ver con los argumentos que el jiennense utiliza para responder a las críticas de la oposición por sus “escapadas” a la Cámara Alta.
Hoy por hoy, resulta alejado de la realidad que José Enrique Fernández de Moya tenga que elegir entre una responsabilidad u otra. Desde luego sería la excusa perfecta para salir con lo puesto del mando de la Alcaldía. El camino más corto y con alfombra roja. Lo que ocurre es que se tienen que producir dos condicionantes. En primer lugar, que la “decente” proposición de Juanma —para los amigos— quede por escrito en el congreso que tiene pendiente el Partido Popular para el próximo año. En segundo lugar, que el alcalde siga como senador a la vuelta de los comicios generales. O al revés. Ya se sabe que el orden de los factores no altera el producto.
Hasta que lleguen esos dos momentos pueden ocurrir muchas cosas. En política los escenarios cambian en lo que dura un suspiro. Una de las posibilidades es que Mariano Rajoy cuente con el alcalde y presidente jiennense para otra responsabilidad en su futuro equipo de gobierno, puede que orgánica o puede que institucional. Lo cierto es que todos sitúan a José Enrique Fernández de Moya más cerca de Madrid que de Sevilla. Justo lo contrario antes de que irrumpiera Moreno Bonilla en Andalucía. La vuelta de las vacaciones, prevista para el próximo septiembre, se espera repleta de movimientos. Un mes de respiro para un alcalde sumido en un continuo periodo de reflexión.