Tendido lleno para ver a la vaquilla del Grand Prix

Por tercer año consecutivo, la plaza de toros de Castellar se llenó de vecinos para pasar una tarde de risas y entretenimiento en la yincana más laureada del municipio, celebrada durante las fiestas de Nuestra Señora de la Consolación, el Grand Prix.

14 ago 2015 / 00:13 H.

Con gran éxito de participación, tanto entre las peñas concursantes como entre los asistentes, el coso castellariego se llenó de pasarelas, colchonetas, peanas y otros artilugios para poner a prueba las habilidades de los competidores, con o sin vaquilla de por medio.
Una total de cincuenta participantes, miembros de siete peñas distintas del municipio, se disputaron los puntos de las pruebas que componían la yincana, entre las que se incluían escalar colchones hinchables con cuencos de agua, aguantar erguidos sobre pedestales al paso de la vaquilla, superar una serie de troncos en movimiento separados entre sí o correr con los pies atados por una cinta transportadora. Muchos de los valientes que se pusieron delante de la vaca procedían de peñas de amigos de toda la vida, conocidos dentro del concurso como Los tronchapinos, Los tragedias, La gauchada, Los vecinos, Los vigilantes de la vaca, Con corriente venimos, etcétera, aunque no todos los que quisieron participar pudieron hacerlo. La gran acogida aumentó este año el número de inscripciones, y de diez peñas inscritas, solo siete llegaron a la plaza de toros de Castellar, en esta divertida iniciativa que cuenta con el respaldo y la colaboración del Ayuntamiento municipal.

Tres horas duró este espectáculo, pensado a imagen y semejanza del mítico show de Televisión Española, el Grand Prix, que festejó su tercera edición en el marco de su feria de agosto, arropada por casi 1.500 castellariegos y por vecinos de poblaciones colindantes. El teniente de alcalde del municipio, José Antonio López García, aseguró que “cada año, los vecinos están más encantados, la plaza se llena hasta los topes y es una apuesta que seguiremos haciendo”. También explicó que el recorrido de este peculiar Grand Prix van cambiando según la empresa organizadora del evento, “aunque siempre se da prioridad a las pruebas de agua y a las que incluyen vaquilla”.
Los premios, anteriormente en metálico, incluyen esta edición cestas de comida y bebida, trofeos, medallas y, además, el Ayuntamiento invita a todos los participantes a una jornada de toros.