Tan joven y tan viejo
Las empresas son el mejor testimonio de la evolución de la economía de una comarca. Mediante planificación estratégica invierten en futuro, se adelantan a los acontecimientos y marcan una hoja de ruta para llegar al objetivo deseado. Ante las dificultades que muestra la actual economía, la supervivencia depende, no tanto de la recuperación, sino de la capacidad de adaptación.
Las empresas que invierten en planificación estratégica tienen más probabilidad de sobrevivir. Al igual que una maceta cuando la mudamos de sitio, durante un tiempo pierde hojas, parece triste, pero con el tiempo se adapta y consigue sobrevivir. Se dice que los años pasan deprisa para las personas, pero para las empresas los ejercicios económicos pasan volando. En apenas diez años, una empresa ha evolucionado una vida, cuando un niño está haciendo la comunión, una empresa es más que adulta. El pasado viernes se entregaron los premios Jiennenses del año 2012. Resulta interesante analizar la galería de premiados en la modalidad de empresa en los últimos años, pues nos hace una idea de cómo ha ido evolucionando el tejido empresarial en la provincia de Jaén. El sector agroalimentario se ha llevado la palma, como provincia orientada al sector primario, y hacedores de una cultura gastronómica convertida en viabilidad económica y financiera. Ejemplos de ello son, entre otras, Horticamp, Casa Paco, Doña Jimena, Anís Castillo de Jaén, Aguas Sierra de Cazorla, SOS-Cuetara, Jamones Martínez, Aceites Melgarejo o Patatas Santo Reino. Igualmente, el sector industrial ha tenido su representación en ediciones anteriores, cuando estábamos a la vanguardia en fabricación de ordenadores con Cofiman, de material de electrónica con Cánava, o el de fabricación de vehículos como industria residual del sur de Europa, con Santana Motor. Este año el premio ha recaído por vez primera sobre una empresa del sector servicios, Macrosad. El tejido empresarial en la provincia evoluciona por caminos paralelos al de la economía del país, pasando del sector agrícola al sector industrial, y llegando al resurgir del sector servicios. Macrosad es un ejemplo de esa empresa tan joven y tan vieja, ya no solo por su orientación al cuidado de los mayores, o por la juventud de sus promotores, sino por la madurez que muestra siendo una quinceañera en el mercado. Mujeres, jóvenes, emprendedoras sociales, en busca de trabajo y no de jubilación, basando su competitividad en el trabajo en equipo y la orientación a la comunidad, posicionándose como referencia en la gestión de la Ley de Dependencia. El tejido empresarial de Jaén necesita inversiones que vengan a suplir la ausencia de industria, como esta Ley de Dependencia que ha permitido ofrecer dignidad a nuestros mayores, y sobre todo, convertir el trabajo en empleo.
Economista
Rafael Peralta