Susanita no tiene un ratónSusanita no tiene un ratón

Hoy me voy a referir a Susana Griso y voy a reproducir con fidelidad lo presenciado en Espejo Público. Aparece una chica entrevistando a un señor en el campo. Vestía con ropa de estar trabajando, una gorra, sin afeitar y le faltaban varios dientes. Vaya por delante mi respeto porque se defendió lo mejor que pudo y bastante tenía con vivir dignamente y, por su edad, quizá la vida no le había dado muchas oportunidades. La cámara alternaba la entrevista con la presentadora y los tertulianos en el plató. Fue al verlos reírse cuando me pudieron la rabia y la impotencia. Qué casualidad que el buen señor, aunque no le gustaba la forma de actuar del partido, votó en las elecciones al PP. Tenía toda la pinta, vamos, que pensé que votaba a este partido igual que se me hubiera ocurrido al ver a un monje tibetano en plena meditación, que seguramente bailaría las bulerías maravillosamente. A la presentadora le estaba saliendo la faena redonda, pero le voy a sugerir algo para que ya sea perfecta. En el próximo programa que entreviste a su ex honorable, avisando para que antes tomemos tila, porque mucho tiempo presenciando los tics nerviosos nos pueden convertir en el tío calambre. El aviso también es necesario para buscarnos un traductor de sonidos guturales. En definitiva, que en Andalucía hay muchas personas que podrían responder con mucha más propiedad, pero que si vamos a reírnos, nos reímos todos. A partir de ahora los vascos entrevistados se llamarán Patxi, van a ser cortadores de troncos y van a aparecer devorando un chuletón de dos kilos. ¿Queremos prototipos? Pues a desfilar, no se nos vayan a enfadar algunos por quedarse fuera. Susanita, no me gusta que no respetes. Susanita, no tienes un ratón, tienes gatos en la barriga. Andalucía es mucho más que eso y más grande de lo que tú piensas.