Susana Díaz: "Los mejores años para los andaluces comienzan ahora"
Es la segunda vez que Susana Díaz toma posesión como presidenta de la Junta de Andalucía. Las circunstancias nada tienen que ver con las que se daban en septiembre de 2013. La gran diferencia es que su estreno en el cargo fue un relevo precipitado y en el de ayer mediaron las urnas. Tuvieron que pasar ochenta y tres días para ver una fotografía como la que acompaña a este texto. El acto, celebrado en la sede del Parlamento andaluz, significa el final del bloqueo institucional tan criticado en los últimos meses.

Susana Díaz juró su cargo ante la Constitución Española y el Estatuto de Andalucía con un mensaje muy claro: “Los mejores años para los andaluces empiezan ahora”. Habló de algo que también hablaron muchos alcaldes, de todos los colores políticos, en los múltiples actos de constitución de los ayuntamientos el día anterior: la apertura de un tiempo nuevo. En este sentido, se comprometió a gobernar para todos los ciudadanos y apeló a la unidad en esta etapa que se abre para que Andalucía avance más y mejor y se dé respuesta a los problemas de la gente de la calle.
En esta décima legislatura, la presidenta de la Junta dedicó el comienzo de su discurso a las familias. “Es lo que tengo en el pensamiento”, subrayó. A todas ellas les garantizó que se dejará la “piel” para que alcancen mayores cotas de bienestar. “Seré la presidenta de todos los andaluces, de los que me votaron, de los que votaron a otros partidos y de los que no acudieron a votar”, expresó. Insistió en que la integración será la guía de acción que mantenga y que exigirá a su nuevo Gobierno.
Susana Díaz dio las gracias por el apoyo, cariño y aliento que ha recibido de miles de ciudadanos en todos los rincones de Andalucía y, en este sentido, se mostró con fuerzas para acometer la tarea que tiene por delante. “Mi pensamiento está cada día en los lugares más sencillos de esta tierra y donde muchos ciudadanos viven con angustia sus preocupaciones”, dijo.
La flamante presidenta no se olvidó de las madres que no pueden garantizar las tres comidas a sus hijos, las familias de pensionistas, a los que temen no tener para pagar la hipoteca de su casa, a los autónomos que luchan cada día por sacar adelante sus negocios, a los desempleados, a los trabajadores que han visto reducidos sus salarios y derechos y a los empresarios con ganas de emprender y no les llega el crédito. “Me siento cerca de lo que significa sufrimiento y preocupación y de la realidad que implica ilusión y esperanza por lograr una vida mejor en una Andalucía mejor”, subrayó.
Después de recordar que hace treinta y cinco años el pueblo andaluz decidió emprender un nuevo camino, de progreso, de igualdad y de justicia social, asumiendo el autogobierno y dentro del marco de cohesión y solidaridad que establece Constitución, Susana Díaz señaló que sus primeras palabras han de ser la expresión de su compromiso con Andalucía, con su autonomía, con sus instituciones y con la ciudadanía.
“La guía de acción en la etapa que comienza debe estar presidida por la libertad, la igualdad, la justicia social y el pluralismo político para todos los andaluces en un marco de igualdad y solidaridad con las demás comunidades”, manifestó. Para ella, la sociedad ha sufrido tal transformación que, ahora, hay que liderar esos cambios que exigen los andaluces. “Y así voy a gobernar”, apuntó. Sin embargo, apeló a la necesidad de mantenerse unidos para avanzar.
acto. La toma de posesión se celebró en un solemne acto al que estaban invitadas alrededor de novecientas personas, aunque acudieron unas cuatrocientas. Susana Díaz es la quinta presidenta andaluza de la democracia. Antes que ella lo fueron Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. En 2013 todos la arroparon en su toma de posesión. Ayer solo acudieron los dos primeros, porque Chaves y Griñán, aunque estaban invitados, no fueron. Hay que tener en cuenta que su imputación ante el Tribunal Supremo por el caso ERE fue la barrera más difícil de sortear para lograr su investidura, porque las fuerzas emergentes, Ciudadanos y Podemos, le pusieron como condición para su apoyo su escaño.
Al acto asistió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en representación del Gobierno central. También fue el expresidente del Gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Estuvieron presentes muchos cargos de la plana mayor socialista, como los exministros Pepe Blanco, Trinidad Jiménez, Rosa Aguilar, Emilio García Page, José Bono y Manuel Marín. Ninguno de los líderes de la oposición asistió.