Suerte héroes
En Jaén hemos podido asistir a lo largo de los últimos meses a la presentación en sociedad de algunos de los nuevos locales de restauración (recordemos que no hay una segunda oportunidad, para causar una primera buena impresión) que progresiva y paulatinamente están recuperando hábitos de consumo que había modificado la tendencia expansionista que provocó la orgía urbanística de los pasados años, y que había colmado de “negocios” los bajos comerciales de zonas periféricas. Surgieron en los tiempos en los que comprábamos lo que no necesitábamos, con dinero que no teníamos, para aparentar lo que no éramos, ante gente que no conocíamos.
Pero la buena noticia es que ahora volvemos a tener héroes. Prefiero llamarlos así, mejor que emprendedores, concepto que ya por manido desde la política huele a rancio. Héroes que merecen el reconocimiento por su ¿atrevimiento?, por su ¿necesidad? En cualquier caso, el reconocimiento por haber salido de su zona de confort. Con el discurso emprendedor de moda, surgen innumerables doctrinas de cómo se deben hacer las cosas. Entiendo que humildad, respeto por los que ya estaban, ver qué se puede aprender de ellos y tratar de aumentar las ventajas competitivas de manera colectiva, no de forma individual, son criterios básicos. Y es que el reto no es sencillo. Hablamos de servicios, y Jaén que ha de ganarle terreno en este sentido a su dependencia agrario-administrativa, está “pez”, en un país como el nuestro que es el número 66 del mundo en orientación al cliente. Por eso desde ahora mismo, estamos seguros de que muchos no prosperarán, y de entre los que consigan hacerlo, pocos se convertirán en referentes. Cumplir 5 años con el emprendimiento propio constituye un primer éxito nada despreciable. Y si además se puede vivir de él, estamos ante un suceso extraordinario. Por todo ello, siempre insisto en la formación como el pilar sobre el que sustentar cualquier plan de negocio. La capacitación hay que cuidarla. La gran mayoría de los emprendimientos fracasan por problemas en la dirección. Y es que hoy en día una sabrosa tortilla de patatas o una amplia variedad de combinados Premium han de maridar con una excelente planificación estratégica a la hora de analizar el mercado local, de fijar precios, de utilizar una eficaz comunicación online y offline, de realizar una eficiente gestión de compras o de mantener buenas relaciones con los proveedores. Sin olvidar que una sonrisa tendrá que convivir siempre con un buen plan de inversión, y con el conocimiento del umbral de rentabilidad y de los ratios económico-financieros básicos.
Luis Salido es directivo de empresas